Uno de los temas poco triviales de los que nunca hemos hablado es de las zapatillas de deporte que utilizamos justamente al practicar actividad fÃsica. Es una parte muy importante a la que debemos tenerle especial atención, ya que nuestros pies deberán poder sufrir poco o al menos lo mÃnimo en nuestros entrenamientos, y porqué nuestra zapatilla determinará también nuestros progresos y nuestros avances en el entrenamiento.
Sin un adecuado calzado, como todo en esta vida, caeremos en lesiones, bajos rendimientos y dolores agudos, por no hablar de ampollas y cuestiones similares. Todo esto, se puede evitar fácilmente, y como el deporte no debe ser tormento mejor adecuarse.
- El primer consejo es que cambies tus bambas cada 600-700 km, por un tema de suela, de desgaste y de comodidad. El segundo y más importante es que no se te ocurra estrenar las zapatillas corriendo, antes camina y pasea con ellas para que el pie se adapte.
- Hay un riesgo intrÃnseco en no escoger una zapatilla adecuada a tu peso, el terreno y los km que vamos a entrenar. La personalización nos da más rendimiento y previene lesiones.
- Recuerda que los pies se hinchan, por tanto, vigila la hora de ir a comprar tus zapatillas de deporte a la tienda, normalmente, es altamente recomendable ir por las tardes, ya que después del trasiego del dÃa, los pies están algo más hinchados, y entonces conseguiremos unas zapatillas más acordes con nuestro pie real en el momento del entreno.
- Un gran mito, y más si os acompaña alguien, es que las zapatillas deben apretar. Esto es completamente falso, desde el dedo gordo hacia delante debe quedar un centÃmetro de hueco. De esa forma conseguiremos la debida ventilación y que el pie se pueda mover libremente sin peligro alguno.
Las zapatillas de correr esconden en sus entrañas una verdadera maquina tecnológica, que pueden hacer subir considerablemente nuestro rendimiento, y ante todo, lo más importante: limitar nuestras lesiones.