Caroline Wozniacki tiene 20 años, hija de una familia de deportistas profesionales, rubia, ojos azules, bien plantada, atractiva, y con una sonrisa siempre en la boca. Los ingredientes suficientes como para convertirse en una musa para muchos aficionados, pero además, Caroline consiguió el honor de ser la 20º número uno mundial del ranking al adjudicarse el WTA de PekÃn, y conseguir una racha de 24 victorias de 25 partidos, además de adjudicarse los torneos de Montreal, New Haven, Tokio y ahora PekÃn.
Pero le queda algo por conseguir, y es aquà donde se levanta un hilo de polémica en su ascenso al altar del tenis: no ha conseguido ningún Grand Slam. De hecho, se quedó a poco de conseguirlo, ese único partido perdido fue justamente en las semifinales del Open USA. Aún asÃ, el ranking premia el recorrido de los últimos 12 meses, y sin duda, con sus números, Caroline es sumamente la justa ganadora del número 1.
Asà que tenemos todos los ingredientes para que esta joven tenista se convierta en toda una revolución dentro del tenis femenino. Pero no solo destaca dentro de las pistas de tenis, esta joven danesa de padre polaco y madre danesa, de cara bonita esconde un lado perturbador y aguerrido, nada grabe ni nuevo: su entrenamiento también incluye sesiones continuas de boxeo, para canalizar un temperamento y unas ganas de luchar.
Su familia atestigua esta forma de ser, deportistas hasta los huesos, han practicado y destacado en un sinfÃn de deportes diferentes entre si, como por ejemplo su padre y hermano son futbolistas profesionales, y su madre, fue internacional con Polonia en voleibol. Sin duda, el deporte esta familia lo lleva en las venas.
Es la número uno, pero siendo joven, se puede realmente marcar todos aquellos objetivos que quiera, como por ejemplo el Grand Slam.
Estaremos atentos a su evolución y a la espera de sus grandes éxitos.