También conocidos como “vuelo libre” o “Vuelo a vela” el vuelo sin motor es un deporte extremo en el que el avión aprovecha la sustentación que le proporciona su propia aerodinámica para permaneces en el aire.
Gracias a este tipo de ingeniería el avión se sustenta en el aire con una velocidad relativa respecto a la tierra pero también absoluta con respecto al aire, teniendo una tasa de caída que es propia en cada aparato.
Ya para el despegue este tipo de aeronave puede hacerlo tanto con la propia carrera utilizando una pendiente o bien remolcado por otro medio.
Un deporte aéreo que se encuadra dentro de los deportes extremos consiste en pilotear un planeador o aeronave liviana utilizando para moverse y volar las masas de aire que se encuentran en la atmósfera.
Así, si las condiciones son lo suficientemente buenas, los pilotos con amplia experiencia pueden permanecer en el aire durante varias horas volando y hacer cientos de kilómetros.
Un poco de historia de los planeadores
En un comienzo los planeadores eran fabricados en madera y tejido, siendo uno de los primeros el desarrollado por el inventor alemán Otto Lilienthal en 1890 y posteriormente mejorados por Orville y Wilbur Wright.
Con el pasar del tiempo los planeadores sin motor tuvieron varias modificaciones en su diseño y aparecieron entonces los aerodinámicos modernos fabricas utilizando fibra de vidrio con alas de entre 15 a 20 centímetros.
Equipados con timón de profundidad, alerones, frenos aerodinámicos y flaps para incrementar la velocidad de descenso los planeadores modernos tienen algunos instrumentos de control muy similares a los aviones con motor, pudiendo también llevar equipos de oxigeno y de radio.
Sin embargo, en los comienzos de este deporte extremo los planeadores eran remolcados por un vehículo o una máquina que “enrollaba” un cable a gran velocidad.
Hoy, son remolcados por aviones con motor hasta una altitud entre 600 y 900 m sobre el suelo, siendo la principal ventaja del lanzamiento desde un cabrestante el menor coste, pero con la desventaja que la altura de lanzamiento es más baja y por lo tanto los vuelos son más cortos.
La popularidad del vuelo sin motor se remonta a la época de la Segunda Guerra Mundial pues se trata de un deporte extremo que comenzó en Alemania, mientras que el Campeonato del Mundo es el más alto nivel en el deporte.
Las competiciones se han ido sucediendo y en la actualidad existe organizaciones de vuelo sin motor que celebran competiciones y pruebas internacionales organizadas por la Federación Aeronáutica Internacional.
La distancia más larga en vuelo sin motor fue la conseguida en 1972 por el piloto alemán Hans Werner Grosse, 1.460,8 km, en tanto que el récord de altitud, con 14.938 metros data de 1986 una verdadera épica del estadounidense Robert Harris.
El Vuelo sin Motor en la actualidad
El Vuelo sin Motor, existe hoy en muchos países y actualmente existen más de cien mil pilotos de planeadores activos, sin importar si los países son planos o montañosos, calientes o templados, ya que estos aviones puede volar en la mayoría de lugares.
Ya en la modalidad de “acrobacia” los pilotos vuelan utilizando un programa de maniobras tales como vuelo invertido, lazo, tira, y otras combinaciones, siendo que cada maniobra tiene su propia clasificación conocida como “K-Factor”.
También están dentro del “vuelo libre” hoy se encuentran el ala delta y el parapente pero siempre dependiendo de la envergadura y otras características aerodinámicas del aparato utilizado es posible conseguir coeficientes de planeo de excelentes posibilidades.
Contando con buenas condiciones meteorológicas el vuelo sin motor puede conseguir hacer hasta 500 Km de longitud con planeadores relativamente modestos, en tanto se consiguen vuelos de más de 1000 Km utilizando planeadores de última generación.
Este tipo de vuelo sin motor aprovecha las corrientes ascendentes de aire caliente, que se forman en el suelo a través del calentamiento de la superficie por la luz solar, siendo que el vuelo de ladera solo es posible donde el viento sopla contra la cara de una colina.
Cada país posee su propia reglamentación para la obtención de la licencia y el permiso necesario para pilotear planeadores sin motor, existiendo títulos reconocidos internacionalmente por la Federación Aeronáutica Internacional para determinados logros.