El interés por las ventosas chinas cada vez es mayor en ciertos cÃrculos terapéuticos. Esta técnica antigua vuelve a recuperar su sitio gracias a la medicina china, porque sus efectos son concluyentes.
Las ventosas chinas hoy sólo las utilizan los acupuntores y los terapeutas de la medicina tradicional china.
Las ventosas chinas forman parte del arsenal terapéutico al mismo nivel que la acupuntura u otros tipo de técnicas propias de la medicina natural. Las ventosas se pueden utilizar a lo largo de una sesión y son esencialmente empleadas para tratar afecciones respiratorias, golpes de frÃo, resfriados, gripes que son provocadas o agravadas por tres elementos externos: el viento, la lluvia, y el frÃo.
Las ventosas chinas se aplican sobre ciertos puntos de acupuntura que corresponden a los órganos que se deben tratar. Las ventosas se aplican en zonas situadas a lo largo de los meridianos energéticos, que suelen encontrarse a nivel de la espalda.
Para la medicina china, la enfermedad o el dolor es un signo de bloqueo: esto significa que la energÃa fundamental, o no circula, o circula mal, es decir que está invertida. La ventosa china restablece la circulación de la sangre, y por consiguiente de la energÃa.
Para encontrar la energÃa deficitaria, el terapeuta mete en agua hirviendo las ventosas de bambú o cristal para esterilizarlas. Después de crear el vacÃo con la ayuda de un quemador o pompa especÃfica, aplica la ventosa sobre la piel.
La aspiración crea una llamada de la sangre «liberadora»: la piel va tomando un color violáceo, signo de que hay que retirar la ventosa. La aplicación dura generalmente de 5 a 20 minutos, en función de la intensidad de la enfermedad, el tipo de paciente, o su edad.
En ciertos casos se puede sentir algún tipo de pinzamiento debido a la aspiración de la piel por la ventosa, pero en todos los casos, el riesgo se limita a una ineficacia en caso de error en el diagnóstico. Cuando el mal es más importante, el terapeuta puede asociar otro tratamiento a base de fitoterapia.
Las ventosas chinas no sirven para tratar la depresión, pero sà son útiles en la medida en que representan un complemento que permite limitar el consumo de otro tipo de medicamentos. Con esta técnica se puede evitar la ingesta de analgésicos y de antiinflamatorios.