Es sin duda alguna una de las marcas más reconocidas del mundo del deporte, y desde hace tiempo se entromete casi sin pedir permiso y de a poco (o no tanto) dentro de la moda.
Estamos hablando de PUMA, que desde hace varios años, y con auge en el corriente, impone tendencias con sus prendas: algunas por revolucionarias y otras por elegantes.
No sólo lo vemos en los estadios o en las pistas, también en la calle, el teatro, el cine, las discos ¡hasta en alguno de los eventos más importantes de moda! El felino mostró sus garras y parece que no las quiere esconder.
Claro que detrás de la moda que tanto nos apasiona se encuentra el negocio del que todos quieren ser parte, pues así lo ha visto Jochen Zeitz, CEO de PUMA, quien desde hace años “busca la tendencia de la moda y ofrece con su indumentaria un referente a la hora de saber cómo hay que vestir”.
Pocos pensaron que en tan poco tiempo la compañía del felino pudiera ser realmente un referente de moda.
Lo cierto es que no le ha ido nada mal, ya que desde hace 6 años la marca no deja de subir puestos en cuanto a referidos de moda concierne. Hoy día PUMA entre las 30 marcas de moda (ver Vogue de Diciembre).
¿Pero cómo una marca arraigada al deporte puede tener un éxito tan veloz en el mundo de la moda? Primero decir que PUMA, al igual que La Coste (y a diferencia de sus competidores principales Nike y adidas), siempre tuvieron cierta tendencias fashion en su indumentaria. El punto clave y de inflexión de PUMA se basa en dos acciones principales:
La primera, “sacada de los libros”, es que la marca está impuesta en el mercado, es reconocida internacionalmente como importante por lo que sólo resta el final de la fórmula: una gran campaña de marketing fuera de los campos de juego. Así es que la compañía alemana realiza campañas publicitarias en los medios con indumentaria de moda.
La segunda medida, la más importante y por la cuál recibió el premio a la mejor campaña de negocio de 2008, es hacer aliados que impongan su estilo: de esta forma PUMA se alió con reconocidas figuras y diseñadores internacionales de la moda como Marc Jacobs, Alexander McQueen, Hussein Chalayan, David Delfín, Yasuhiro Mihara.
Al mismo tiempo en el que diseñadores como McQueen o Jacobs (de Luis Vuitton) le diseñan las prendas, la empresa realiza alianzas estratégicas para crear sus colecciones compartidas con las compañías de moda más destacadas del mundo como Prada y Evisu.
No satisfechos, lanzan otros productos ajenos a la indumentaria pero que elevan su potencial como empresa arraigada a la moda, donde destacan los perfumes con el sello PUMA en colaboración con Aqua.
Como verán, nada es casualidad, todo esta perfectamente planeado. Claro, que la compañía cuenta con varios maletines llenos de millones de papeles verdes para poder realizar semejante avalancha y con el monstruo de publicidad que ya cuenta en el ámbito deportivo.
No es casualidad que en los eventos deportivos más destacados como el último Mundial de fútbol o en las Olimpiadas los deportistas patrocinados por PUMA vistieran remeras con cuello y con diseños mucho más elegantes en lugar de las típicas camisetas. Italia en el 2006 no sólo salió campeón de la Copa sino que también ganó el reconocimiento como mejor casaca del Mundial, pues bien merecido ya que varios millones le debe haber salido el diseño creado por Dolce & Gabbana.
No es casual que PUMA haya desembolsado miles de millones para ser el patrocinador de los equipos de automóviles más elegantes y distinguidos como Scuderia Ferrari, BMW, Ducati Corse, Toro Rosso, entre otros, y los vista con camisas y pantalones largos de alta costura. Lo mismo para con el golf (desde 2004 patrocina a 6 de los 10 mejores jugadores del mundo) y con la Volvo Ocean Race, ambos deportes que son para “selecto grupo de personas”.
Todo a favor de imponer la figura del felino en cualquier ámbito de la vida, en cualquier situación. Nunca mejor aplicada la frase de la empresa: Sportlifestyle, a la que ahora se le suma el sello registrado como PUMA Fashion, división que se encarga de justamente la parte de moda de la compañía.
De aquí al futuro hay varios proyectos y colecciones en marcha, como por ejemplo las carteras PUMA y Dolce & Gabbana (aún sin nombre oficial) con vistas para mediados de 2011 y la creación de nuevos contratos con diseñadores destacados.
Además potenciarán sus populares eventos Urban Art, los cuales tendrán mucha más difusión gracias a una nueva ola de marketing publicitario llamado PUMA Social. El mimo es un evento anual que organiza la compañía en las ciudades más importantes de cada país en el que se puede diputar partidas de pool, flippers, bolos, escuchando música en vivo de distintos artistas invitados de jazz, blues y rock pasivo.
Enhorabuena que una de las marcas más reconocidas en el mundo entero se haya sumado al mundo de la moda. Sobretodo porque el proyecto, campaña, visión y todo lo referido al marketing fue tejido con hilos tan finos que corresponde levantarse y aplaudir. Claro, el dinero todo lo puede dirán, pero detrás de este hay ejecutivos que planearon todo de forma perfecta.
Otras empresas deportivas están comenzando a transitar el camino que PUMA, mejor dicho Lacoste, comenzó. La más llamativa es la campaña de adidas con su sello Originals, pero lo cierto es que no llega a tener el potencial de lo que PUMA hizo y está haciendo. Es evidente que adidas busca aprovechar el aventón, pero va muchos pasos atrás de su competidor.