Antes de nada, debemos precisar que existen diferentes tipos de cinturones, tanto por los materiales, como por la factura. De esta forma se pueden distinguir dos grandes categorías que se deben conocer absolutamente, los cinturones formales, y los cinturones casual. Si vuestro interés se centra en los cinturones con incrustaciones u otro tipo de accesorios, entonces os recomiendo que busquéis en otro artículo mejores consejos.

Hablando de la primera categoría o de la segunda, siempre conviene presentar los puntos fundamentales como son el material, el diseño, y la calidad de los acabados.

El cinturón formal

No cabe duda de que en esta categoría la piel y el cuero son el rey. Por tanto, conviene olvidarse del poliuretano, o del poliéster. Los elementos sobre los cuales conviene estar siempre vigilantes son el cuero y la hebilla. Mi consejo está en centrarse en el cuero fuerte, con una apariencia sutil puesto que se presta a la elegancia de los trajes.

Si nos detenemos en la hebilla, lo ideal es optar por latón macizo, pero un tanto satinado, puesto que es la mejor opción si el presupuesto es algo pequeño.

Traje

Por otro lado, conviene saber siempre si el cuero del cinturón ha sido tratado con otro tipo de materiales como grasa, o diversos teñidos de color. Igualmente no se debe olvidar si los elementos que componen el cinturón están cosidos o simplemente pegados entre sí. La duración de vida puede variar mucho en función de la respuesta quedemos a esta cuestión.

El cinturón casual

En un contexto más desenfadado, se puede jugar con el material, la forma, etcétera. Nos podemos acercar a texturas menos clásicas o bien priorizar unos acabados más sofisticados, como el trenzado o la originalidad de la hebilla.

Para un look casual, está permitido llevar una hebilla redonda, y un modelo más ancho, y no forzosamente combinado con los zapatos. Así pues, hemos comprendido perfectamente que el cinturón formal presenta una estética discreta, mientras que el cinturón casual se permite cierto punto de excentricidad.

En todo caso, siempre conviene detenerse en la calidad del producto. Poco importa el material, este debe ser lo suficientemente robusto. En algunos casos, nuestro consejo se decanta por el uso del cuero de vaca o de cordero. De la misma forma, se debe priorizar una lana densa o un algodón grueso, garantes siempre de una solidez óptima para un cinturón trenzado.

En cualquier caso, los acabados son de vital importancia en un cinturón, sea de la categoría que sea. Concretamente, y volvemos a recordar, la hebilla debe ser discreta, y las costuras suelen ser siempre testigos de una buena calidad. Para los más osados, siempre se puede jugar con los materiales para presentar contrastes más llamativos, y así enriquecer el look que se pretende mostrar.

Consejos a la hora de escoger un cinturón

Tras haber seleccionado el modelo que más nos conviene, la primera cosa que se debe hacer es escoger el tamaño correcto. De forma ideal, la hebilla debe pasar por el tercer agujero, cuando el cinturón está cerrado. Como los modelos tradicionales cuentan generalmente con 5 agujeros, el efecto es más armonioso cuando la hebilla se detiene en el del centro. Por otro lado, la anchura no debería sobrepasar la presilla del pantalón una vez colocado el cinturón.

La anchura del cinturón

Para determinar la anchura ideal del cinturón, normalmente se utilizan los mismos criterios que en el punto anterior. Para una ocasión formal, y por tanto con un pantalón de traje, conviene llevar un modelo bastante fino, entre 2,5 y 3,5 cm, es decir algo discreto.

Sin embargo, cuando se lleva un pantalón vaquero o un pantalón Chino se puede colocar un cinturón de 4 y hasta 5 cm de ancho, gracias a unas presillas más amplias. En todo caso no conviene olvidar que se trata de un complemento para realzar el estilo, y no un trofeo que se lleva alrededor de la cintura.

El color

En un estilo elegante y discreto, conviene combinar el color del cinturón con el de los zapatos. Conviene no alejarse demasiado del negro clásico o del marrón, que es más sobrio y eficaz. Para el look casual, se permite un poco más de libertad.

La hebilla

En un cinturón informal, la única hebilla que se puede contemplar es la rectangular, o ligeramente redondeada, plateada, y con un pasador bastante simple. El dorado o el bronce son difíciles de llevar, y las formas originales aportan cierta excentricidad que no suele ser bienvenida en un look clásico.

Del mismo modo, doble e incluso triple pasador recargaría demasiado un cinturón que no supera los 3,5 centímetros de ancho. Debemos pensar en la sencillez.