Al hablar de entrenamiento cardiovascular, rápidamente a todos se nos viene a la cabeza interminables sesiones de gimnasio, gente sufriendo mientras suda, y todo un listado de penosas y costosas contras para optimizar nuestro estado de salud.
De lo que no nos percatamos es que hay diferentes opciones diarias que pueden llevarnos a una mejora substancial. Sin ir más lejos, según Leon AS, Connettt J, Jacobs DE Jr, Rauramaa, 30 minutos de actividad fÃsica moderada tienen unos efectos increÃbles sobre nuestro organismo, tanto es asÃ, que podemos hablar de hasta una disminución de 36% en el riesgo de mortalidad por enfermedades coronarias, o incluso una disminución del 27% en el riesgo de mortalidad general.
Ya me imagino las caras de espanto y de incredulidad ante esta información. De nuevo la excusa principal será la falta de tiempo, las ganas o la voluntad. Ningún problema. Se puede utilizar nuestra vida diaria para mejorar y conseguir esta actividad fÃsica moderada.
El objetivo serÃa conseguir unos 30 minutos de actividad fÃsica diaria. ¿Cómo?. Aprovechando todas aquellas cosas que de forma diaria debemos hacer por obligación, de esta manera, mejoramos nuestro organismo, entrenamos nuestra capacidad cardiovascular, disminuimos el riesgo de mortalidad, hacemos más eficiente nuestro tiempo e incluso más amenas esas actividades rutinarias.
Por ejemplo, algo tan simple como subir (o bajar) las escaleras de nuestra casa andando, nos ayudará incluso a poner más radiante nuestro trasero, hacer trabajar nuestro corazón y fortalecer nuestros gemelos.
Otra fórmula simple, si nuestro transporte público para ir a trabajar nos los permite, podemos ir andando o en bicicleta, son estupendas acciones, sobre todo la de andar.
Nadie puede decir que no camina durante el dÃa, intercala algunos minutos de marcha rápida con marcha más lenta, nota como todo tu cuerpo trabaja.
Utiliza esta excusa para mejorar tu sociabilidad: queda con algún amigo o amiga para ir de paseo, acompaña a tu familia el próximo fin de semana a alguna pequeña escapada o simplemente al parque. Quizá puedas incluso descubrir un nuevo rincón en tu barrio.
Como podéis observar, las opciones son múltiples, y os permitirán variar y hacer más ameno ese tedioso momento en que se convierte la rutina de nuestros desplazamientos diarios. Solo debes planteártelo y podrás empezar a mejorar tu cuerpo sin casi darte cuenta.
Por último recuerda siempre, que para poder practicar deporte, o incluso realizar un entrenamiento, primero debes acondicionar tu cuerpo y mente, estás pequeñas rutinas diarias pueden ayudarte a empezar.