El nombre de polo resuena en ciertas grandes marcas como Lacoste, Eden Park, Ralph Lauren y Fred Perry. Pero esta prenda de algodón piqué se resiente por su lado sportwear demasiado pronunciado. Olvidaos de esta idea y veamos todas las posibilidades a la hora de llevar un polo.
El estilo sportswear
El estilo predilecto del polo: para todo el mundo, polo rima con sport. Sport de alta gama, por supuesto, puesto que desde hace bastantes años, los jugadores de tenis lo llevan. Lo más fácil y lo más rápido para este look es ponerse un jogging vintage. Pero lo fácil no nos gusta mucho.
Para evitar caer en lo banal, os hará falta un jean lavado, o incluso roto, con un cinturón de cuerda. Un bolso jersey (para el look sportswear) y una gorra. En cuanto a los zapatos, unos sneakers de caña alta o no, pues eso va en gustos. Al final todo depende de vuestro propio estilo.
Para finalizar el look, un cardigan de malla fina o una chaqueta sport formarán parte de la elección ideal. Con este look, el polo puede ser de rayas, estampado, o monocolor. Este es el mundo del polo, dejadlo pues que se exprese libremente.
La alternativa casual
El estilo casual, pero chic, se adapta perfectamente a la elegancia deportiva del polo. El polo irá a la par con un pantalón de tela, tipo chino, y una chaqueta blazer. Para que el look se adapte bien a los dos estilos, el polo debe ser monocolor. Se pueden elegir ciertos modelos estampados, o base de rayas en la parte baja de las mangas o sobre el costado. Algunos detalles sencillos y discretos para no romper el lado chic del look general.
Para el resto de la selección, unos zapatos de ciudad de cuero flexible y un bolso amplio son los complementos ideales. También podéis incorporar un brazalete trenzado de cuero, o de tela. Un par de gafas sin graduar añadirán un toque dandi a vuestro estilo. Pero la elección final depende de vosotros.