Lo más probable es que a la hora de comenzar una dieta uno siga el instinto colectivo de que la forma más efectiva de adelgazar es evitar las famosas “Tres P” (postres, papa y pastas).
Sin embargo, les damos la buena noticia de que esta teoría es sumamente errónea en lo que respecta a las pastas. No es cierto que un buen plato de fideos condene a la gordura, sino todo lo contrario ya que incluso puede ayudarnos a perder unos cuantos kilos.
Tres son las razones fundamentales por las que se puede afirmar fehacientemente que las pastas no engordan. A diferencia del pan, las pastas no provocan el pico de glucemia (presencia de glucosa en sangre), por lo que la liberación de insulina es irrelevante y el mecanismo normal del organismo continúa con sus funciones sin acumular grasas.
Eso sí, las pastas deben ser de buena calidad pues es importante recordar que no todas las pastas son iguales ni han sido fabricadas en las mismas condiciones.
La cocción debe ser al dente, es decir, la pasta debe estar apenas durita. Si por el contrario está muy cocinada, se empieza a desintegrar y esto provoca que la glucosa suba con más velocidad. Para que nos demos cuenta de este detalle, debemos observar que el agua no quede con mucho almidón, pues ésto indicaría que no está bien hecha o no es buena.
Por otra parte, la pasta es un alimento absolutamente sano, que puede incluirse en regímenes para adelgazar. Lo importante es reducir las grasas y servirla con salsas ligeras (a base de tomates, albahaca y orégano u otros condimentos naturales) o acompañarla con vegetales y proteínas del pescado.
Otra ventaja es que la pasta es una de las fuentes más importantes de carbohidratos y puede cubrir completamente el requerimiento energético de una persona. Es por esta razón que muchas veces los médicos y entrenadores recomiendan a los deportistas comer un buen plato de pastas antes de competir.
En resumen, lo que debemos tener en cuenta es que no debemos excedernos con la cantidad de pastas consumida, que éstas deben cocinarse “al dente” y que deben combinarse con un acompañamiento adecuado. Si seguimos estos principios podemos obtener una base alimentaria muy sana por que la pasta es fácil de digerir, es capaz de producir una energía prolongada y es fuente de una mezcla equilibrada de carbohidratos, proteínas, vitaminas y sales minerales.
Para que comiences a probar qué tal te va con las pastas, aquí te dejamos una receta sumamente sana y exquisita.
Spaghetti fines herbes
Ingredientes:
* 250 g de spaghetti
* 2 cucharadas de aceite de oliva
* 1 diente de ajo
* Perejil, albahaca, salvia y orégano frescos, picados, a gusto
* 1/2 taza de queso blanco descremado
* 1/2 taza de leche descremada
* Sal y pimienta del molinillo
* Queso rallado
Procedimiento:
Cocinar los fideos al dente en abundante agua salada. Colar y reservar al calor. Aparte, colocar en una sartén el ajo pelado, sin el brote central, y rehogar en el aceite. Añadir 3 cucharadas de hierbas frescas, mezclar y retirar el ajo. Incorporar la leche y el queso y cocinar unos minutos. Echar sobre la pasta, salpimentar y espolvorear con el queso. ¡Y a disfrutar de estos deliciosos Spaghetti a las finas hierbas!