Etapa 2: afeitar la barba
a. Aplicar el gel, la espuma o la crema de afeitar
En todos los casos, vuestro producto debe ser aplicado por encima del aceite previo al rasurado. Para un afeitado muy preciso, utilizar un gel de afeitar o una espuma de afeitar con el fin de facilitar el enderezacimiento del vello y mejorar el deslizamiento de la cuchilla.
Aplicar el gel de afeitar o la espuma sobre la barba, con ligeros masajes circulares, empezando por la zona del cuello.
¿Y la brocha? La utilización de la brocha seguirá preparando la piel con una suave exfoliación, y enderezará los vellos para facilitar el corte. Mojar el pelo de la brocha con agua caliente, luego poner crema o jaboncillo hasta hacer espuma, y extenderla sobre la barba con movimientos circulares.
Usar mucha crema es inútil, incluso puede impedir que la cuchilla se desplace cerca de la piel. Y sobretodo, no olvidar el famoso adagio de los barberos: «una barba bien enjabonada ya está medio afeitada».
b. El primer paso
Siempre se debe afeitar en el sentido del crecimiento del vello: se evitará la formación de pelos enconados. Comenzar por las patillas e ir subiendo hasta las mejillas. Reservar la zona del cuello y del mentón para el final. De esta forma, dejaremos que el aceite anterior al afeitado actúe durante más tiempo, lo que facilitará el corte de los pelos más duros, en una zona menos regular.
Mejor es realizar gestos largos y disciplinados, que los cortes rápidos y desordenados. Limpiar la cuchilla de la maquinilla bajo el chorro del grifo, y con agua caliente: con esto se aumenta la vida de la hoja de afeitar, y el afeitado será impecable.
c. Segundo paso
Teóricamente, el paso de la cuchilla puede detenerse aquÃ. Sin embargo, si queréis conseguir un afeitado de primera, deberéis volver a aplicar la espuma una segunda vez. Si utilizáis una brocha de afeitar, proceder de la misma manera que en la primera aplicación.
En este segundo tiempo, la cuchilla debe deslizarse sobre la piel, pero esta vez en el sentido contrario al crecimiento del pelo. Un sólo y único paso de la cuchilla debe ser suficiente. En esta etapa, un gesto ligero y bien dirigido es primordial para no agredir en exceso la piel del rostro.