Desde hace miles de años, la miel se ha utilizado no sólo para endulzar los alimentos, sino por sus propiedades antisépticas y cicatrizantes a nivel de la epidermis.
La miel se utiliza en muchos remedios para curar las heridas y cicatrizar las llagas y activar la curación de las quemaduras.
La miel tiene diferentes acciones a nivel epidérmico: antibacteriana, antiinflamatoria, y como potente estimulante del crecimiento de los tejidos de la piel.
Probadla sobre una quemadura, es algo muy curioso: primero poner agua frÃa sobre la zona quemada durante unos cuantos minutos, secar con cuidado, y poner directamente miel en una capa bastante gruesa. Empezará a fundirse y al cabo de un tiempo tan sólo quedarán algunas gotitas sobre la superficie de la piel.
El dolor se atenúa y la cicatrización se reactiva, y la piel se regenera, despareciendo la quemadura rápidamente y sin dolor.
Lo mismo ocurre con las quemaduras ocasionadas por el sol. La miel tiene la virtud de desinfectar y limpiar la llaga, y activando la cicatrización.
Por esta razón, la miel es un ingrediente muy apreciado en las recetas caseras para tratamientos de belleza. Nutriente, embellecedor, rejuvenecedor, hidratante, todos estos beneficios se sacan de la miel.
La miel contiene antioxidantes y le proporcionan cualidades antienvejecimiento, y el poder de actuar sobre la piel, pero también a mayor profundidad, captando las moléculas de agua, para la hidratación y la nutrición de las células.
Se trata de un buen remedio para combatir la sequedad de la piel, o la epidermis irritada por cualquier causa.
Mascarilla casera antiarrugas a base de geranio y miel
1 yema de huevo,
1 cucharadita de nata lÃquida,
1 cucharada sopera de miel de acacia,
3 gotas de aceite esencial de geranio.
Mezclar bien todos los ingredientes en un recipiente hasta obtener una mezcla homogénea. Aplicar sobre la cara y el cuello y dejar asà unos veinte minutos.
El aceite esencial de geranio es astringente, reafirmante, tonificante, rejuvenecedor y antiarrugas.
Pero si este preparado os parece demasiado complicado, se puede hacer algo mucho más sencillo, que es extender una capa de miel directamente sobre la cara. Dejamos que la miel actúe durante media hora, y después enjuagamos bien la cara. El efecto es inmediato y sorprendente, la cara retomará un aspecto saludable, con mayor tersura y brillantez.
Un baño a base de miel
Se trata de un buen remedio casero para regenerar la piel y darle un aspecto satinado, además de disfrutar de un momento de auténtico relax:
500 gr. de sal gorda,
1 vaso de miel lÃquida,
1 vaso de jabón lÃquido neutro,
10 gotas de aceite esencial de palo de rosa,
10 gotas de aceite esencial de geranio.
Mientras llenamos la bañera, preparamos la mezcla: ponemos los aceites esenciales en la base del jabón lÃquido, después añadimos la miel. Mezclamos todo y vamos echando, poco a poco, la sal gorda.