Las Flores de Bach no tienen ningún tipo de toxicidad o de riesgo de contraindicación. No existe ningún tipo de efecto placebo ni de tolerancia. Las Flores de Bach pueden ser utilizadas por todo el mundo.
Las esencias madres se presentan en forma lÃquida, y pueden tomarse por separado o asociadas las unas a las otras (la mezcla no debe superar las 6 ó 7 flores).
Para una mejor conservación, se aconseja guardar los productos en un lugar fresco y seco, resguardados de la luz del sol.
Dos posibilidades de uso:
Ingesta pura: este método permite tratar las emociones del presente, normalmente relacionadas con un acontecimiento preciso y puntual. La ingesta es de dos gotas en la boca, de dos a cuatro veces al dÃa, o más si lo veis necesario.
La duración del tratamiento puede variar, dependiendo de la intensidad de las emociones de cada persona, y de la mejora que se va percibiendo. También es posible mezclar dos gotas de varios elixires en un vaso de agua, que se debe beber a sorbos a lo largo de todo el dÃa.
Ingesta diluida: este método corresponde a un tratamiento de fondo y permite tratar comportamientos anteriores más profundos. La disolución se prepara con 2 gotas de cada elixir (de 6 a 7 como máximo) en un frasco a cuenta gotas de cristal ahumado de 30 cc, lleno en sus ¾ partes de agua y de ¼ de alcohol de frutas o de coñac para conservar la mezcla.
La posologÃa es de cuatro gotas debajo de la lengua cuatro veces al dÃa, dando prioridad a la ingesta por la mañana y por la noche, y asà durante 3 semanas como mÃnimo.
Estos dos tipos de tratamiento no son incompatibles. El elixir puro permite controlar una emoción negativa puntual; la disolución puede llegar a niveles más profundos e Ãntimos.
Las Flores de Bach ayudan a encontrar el equilibrio emocional. Son una ayuda excelente para encontrar la paz interior y la armonÃa. Si utilizáis una flor que no se adapta a la emoción manifestada, no hay ningún tipo de riesgo puesto que vuestro estado emocional ya está equilibrado.
Finalmente, no sirve de nada aumentar las tomas, puesto que los efectos no son proporcionales. En ningún caso, las Flores de Bach pueden sustituir a un tratamiento médico.