Nuestra piel es el reflejo de nuestro bienestar, y de nuestro estado de salud general. Existen varios tipo de piel, y esto depende sobre todo de cada persona. Pero, concretamente, hablemos de la piel grasa, o de la piel que brilla. Se trata de algo poco estético, e incómodo, sobre todo cuando estamos en público.
Efectivamente, a pleno dÃa, sobre todo durante las estaciones más cálidas, o por la noche, una piel brillante es algo muy poco confortable. Por eso, antes de adentrarnos en cualquier tipo de consejos, conviene saber identificar qué tipo de piel tenemos para que el tratamiento se adapte lo mejor posible a nuestro caso.
Para eso, lo mejor es que nos sirvamos de los consejos de un dermatólogo o de un esteticista. De esta forma despejaremos cualquier tipo de duda y el veredicto será irrefutable. Después, veremos los consejos prácticos con relación a las pieles grasas.
Desde por la mañana, hasta el momento de irnos a la cama, debemos tomar en consideración todos los cuidados de la piel, porque es el reflejo de nuestra salud en general. Para limpiarla, evitar los jabones que contienen substancias agresivas para la piel.
Pero, en el caso en el que insistáis en utilizarlos, es preferible decantarse por aquellos que están especÃficamente concebidos para pieles grasas. Lo ideal es utilizar aquellos jabones confeccionados a base de productos naturales, para evitar cualquier tipo de alergia.
Por otro lado, en el momento de secar la piel, tened cuidado en no agredirla demasiado. Lo mejor es absorber el agua con la toalla como si se tratara de una esponja. Esto forma parte de los cuidados cotidianos que al final resultan muy importantes. Sin embargo, el mejor consejo es que dejéis que la piel se seque al aire libre, sin ningún tipo de tratamiento.
Antes de escoger una crema hidratante, es importante decantarse por aquellas que están especialmente concebidas para pieles grasas. Para aquellos que tienen la piel grasa, es preferible evitar cualquier tipo de exceso. Exceso alimenticio, tabaco, alcohol, deben ser suprimidos de nuestra dieta habitual.
En cualquier caso, evitar las exposiciones sin crema solar, porque los golpes de sol son muy peligrosos para cualquier tipo de piel. Igualmente, antes seguir un tratamiento, debéis pedir la opinión de un especialista, porque en cualquier caso se debe adaptar correctamente a vuestro tipo especÃfico de piel.
Evitar cambiar regularmente de productos para la piel, porque la capa epidérmica podrÃa fragilizarse, sin contar con los riesgos posibles de alergia. No olvidar que una piel sana es el resultado de una alimentación equilibrada, y de unos cuidados particulares adaptados a lo largo de toda la jornada, desde la mañana hasta la noche.