Pocos días atrás, Punto Fape publicó un interetante artículo sobre el problema que conlleva ser obeso. Hoy, proponemos un tratamiento nutricional serio para tratar este tema. Primero, hay que saber diferenciar el sobrepeso y la obesidad.
El sobrepeso es el aumento del peso corporal en relación a la estatura y, según la Organización Mundial de la Salud, su Índice de Masa Corporal oscila entre 25 y 29,9.
La obesidad, a diferencia del sobrepeso, es el aumento excesivo de la grasa corporal, de más del 20% del peso ideal; y su Índice de Masa Corporal es igual o superior a 30.
Al iniciar el tratamiento, el profesional encargado debe pactar con el paciente ciertos objetivos. Estos, generalmente, se basan, por un lado, en conseguir una perdida de peso inicial del 10% con respecto al peso con el que el paciente llega a la consulta, y, por otro lado, lograr cambios de hábitos alimentarios y en el estilo de vida.
Es decir, los objetivos se van a plantear a corto plazo, de manera que puedan realizarse fácilmente.
Es imprescindible realizar actividad física. Debe ser actividad moderada, programada y regular, al menos durante 30 minutos al día.
En cuanto a la selección de alimentos, se elegirán aquellos con bajo tenor graso y porcentaje mínimo de grasas saturadas y colesterol, y se consumirán con moderación. Se ingerirá abundante cantidad de frutas y verduras (todas), con cáscara, con tallo, con nervadura y con hollejo.
Los cereales serán integrales; y los panes no se comerán tostados ni desecados, de ésta manera se consumirán frescos para generar mayor saciedad; y las pastas van a ser simples, sin relleno.
Las legumbres se pueden seleccionar sin inconvenientes, en pocas cantidades.
Las carnes serán magras. El huevo se consumirá con moderación. Los quesos se elegirán descremados.
Los azucares y dulces se consumirán con moderación también; al igual que la sal y las bebidas alcohólicas.
Una buena estrategia es tomar, de 30 a 60 minutos antes de una comida principal, una taza de caldo de vegetales casero, para otorgar mayor saciedad.
La pérdida de peso generalmente alivia las complicaciones (hipertensión arterial, diabetes, gota, apnea del sueño, enfermedades cardiacas, entre otras) y mejora la autoestima del paciente, la imagen corporal, el nivel de actividad y la capacidad para trabajar y relacionarse con otras personas.
Una vez alcanzado el peso ideal debe mantenerse un control para evitar el aumento del peso.
La cirugía se reserva para los casos extremos, para reducir el tamaño del estomago y, por consiguiente, la disminución de la cantidad de alimentos a ingerir.
El tratamiento será multidisciplinario, para lo cual se requiere un equipo de médicos, nutricionistas, especialistas en educación física y psicólogos.