Se dice que siempre hay que empezar por el principio. Entonces, hay que decir que el chocolate se elabora a partir de la mezcla de azúcar, la pasta de cacao (que conforma la materia sólida), mas la manteca de cacao (que constituye la materia grasa);estas ultimas son obtenidas de las semillas del cacao.
De esta asociación principal, se logran los distintos tipos de chocolate, que dependen de sus proporciones y de la mezcla o no con otros productos.
El éxito y gusto propio, dependen de la selección y mezcla de granos que conformaran el chocolate.
El chocolate negro mejora la circulación sanguínea, lo cual disminuye el riesgo de desarrollar infartos de miocardio. Al mismo tiempo, neutraliza en gran parte el endurecimiento de las arterias en personas fumadoras.
Además, puede evitar problemas cardíacos. También, posee propiedades antihipertensivas y reduce los niveles del colesterol LDL (colesterol malo) en sangre y de resistencia a la insulina.
En las personas fumadoras se altera continuamente la actividad de las células que componen las paredes arteriales y de las plaquetas que intervienen en la coagulación sanguínea, haciendo a las arterias más susceptibles de desarrollar aterosclerosis y arteriosclerosis.
En cambio, el chocolate blanco no tiene efectos en las células endoteliales ni en cuanto a la actividad plaquetaria ni en los niveles de antioxidantes en la circulación sanguínea.
Este chocolate posee un excelente porcentaje de antioxidantes, que tienen la capacidad de proteger las células contra los radicales libres (sustancias químicas dañinas) y, por consiguiente, retardo del envejecimiento. Estos valores son mayores que los que se encuentran en el té, tanto verde como negro.
El chocolate puro tiene una mayor cantidad de antioxidante que el mezclado con leche, y ambos poseen más que el té. Según algunos autores, contiene más antioxidantes que cualquier otro alimento, incluido el vino tinto, el té verde y las frutas.
En su composición química, presenta flavonoides, que se utilizan para el tratamiento de la diarrea, para aliviar sus síntomas.
Además, el cacao es un energizante natural, por su contenido de cafeína y teobromina; componentes estimulantes del sistema nervioso central.
El hecho de consumir chocolate provoca la liberación de endorfinas, una sustancia que inhibe el dolor, es analgésica, sedante y levanta el ánimo, es decir, nos produce bienestar y placer.
El problema de éste alimento radica en su alto contenido calórico. Aun así, se recomienda comer una porción pequeña diariamente o moderadamente, para no dejar de aprovechar sus propiedades.