La palabra tatuaje procede de los términos tahitianos “ta”, dibujo y “autas” espíritu. En su origen, los tahitianos marcaban su cuerpo con esos dibujos tribales para recibir las gracias de los espíritus. Se trataba de un acto místico.
Hoy en día, el tatuaje se ha democratizado tanto en nuestras sociedades modernas que ha llegado a convertirse en un accesorio de belleza corporal. Para los hombres, se trata de un signo de virilidad.
Motivos para tatuarse
Esa es la primera pregunta que debemos contestarnos, sobre todo si se trata de un tatuaje definitivo. Los motivos del tatuaje están, al igual que la vestimenta, sometidos a los cánones de la moda: los delfines en los años 80, los tribales más recientemente, y otros muchos en función de lo que estilo de cada época vaya marcando.
Algunos consejos
Antes de decidirnos conviene que hagamos una introspección. El tatuaje que elijamos debe corresponder con lo que somos en realidad. Y si nos falta inspiración, sería bueno echarle un ojo a los catálogos que existen en los centros especializados en esta técnica.
Tradicionalmente, los hombres se tatuaban el torso o el brazo. Pero las zonas como la nuca, la espalda o los tobillos son las más solicitadas. Lo que se debería evitar son las zonas excesivamente visibles, tales como los antebrazos.
A pesar de que sea en verano cuando mejor podamos lucirlos, no es bueno esperar a esos meses para hacernos un tatuaje, puesto que no debe darles el sol, ni el cloro de las piscinas.
De igual modo, si nos hemos realizado un tatuaje hace poco tiempo, no deberíamos darnos ninguna sesión de rayos UVA. Es mejor esperar a que cicatricen bien antes de exponerlos a estos agentes tan agresivos.
Lo mejor es que durante el verano nos pensemos bien en qué parte del cuerpo queremos hacernos el tatuaje, y luego esperar al otoño para realizarlo. Pero, si verdaderamente queremos lucir un tatuaje durante los meses de calor, lo mejor es que nos hagamos uno con gena, que con el tiempo va desapareciendo.
Es cierto que hoy en día se lleva mucho la tendencia tribal maorí, y de la zona de Tahití.
Zona de tatuaje
Debemos tener mucho cuidado a la hora de elegir la zona que queremos tatuarnos. Hay que evitar la elección del ombligo, del labio y de la nariz, que son de por sí bastante femeninos, y de hecho algo pasados de moda, especialmente en el caso de los hombres.
Las zonas más adecuadas para los hombres son: la pantorrilla, imitando el estilo surfero, la parte externa del muslo, imitando el estilo polinesio, o la zona ente el omóplato y los riñones.
Se deben evitar los dibujos y motivos de los personajes de cómics, o de nuestros héroes favoritos. Todo esto resulta un poco infantil. Es mejor una elección hacia motivos de corte tribal, muy apreciados por los hombres, y que normalmente suelen poner de relieve alguna parte de nuestro cuerpo.
Para que el tatuaje dure más tiempo y se mantenga con la misma frescura del principio, conviene cuidarlo con exquisito mimo. Si el sol le da en exceso, terminará volviéndose hacia tonalidades azuladas, y los colores se irán perdiendo, poco a poco.
Conviene también que hidratemos correctamente la zona que nos hemos tatuado. Se recomienda utilizar aceite de almendra.