Una piel seca es consecuencia de una falta de sebo, este film hidrolipÃdico que protege la piel. En efecto, para protegerse de las agresiones externas como el frÃo, el viento, la contaminación y los rayos de sol, la piel necesita esta fina pelÃcula de aceite que es el sebo.
En las pieles secas, la secreción de esta substancia por las glándulas sebáceas es insuficiente. Las capas superficiales (epidermis) se debilitan y la piel se hace más frágil. Como sÃntoma, podemos evocar la sensación de tensión, es como si la piel fuera estirada en todas las direcciones. En ciertos casos, esto se acompaña con picores, y otro tipo de desarreglos.
Piel seca, consejos que se deben seguir
Con el fin de reconstituir el film hidrolipÃdico de la piel, el primer gesto que debemos adoptar consiste en beber mucho: la hidratación ayudará a las capas superficiales a ser más resistentes. También se aconseja optar por una alimentación sana y dar prioridad a los antioxidantes (vitaminas C, E, A) y a los minerales que aportan mayor elasticidad a la piel.
Por otro lado, dado que el sebo producido por las glándulas sebáceas no garantiza el rol protector, se debe pensar en evitar al máximo las agresiones que ésta puede sufrir. En la práctica, esto consiste en aplicar regularmente una crema de dÃa, protectora cuando salÃs, y si incluso si parece que el sol no brilla. Finalmente, el uso de productos abrasivos para la piel está desaconsejados. De esta forma, las sesiones de exfoliación deben espaciarse y completarse con una buena mascarilla hidratante.
Igualmente, se debe evitar lavarse la cara con jabón, por muy suave que éste sea. Más vale quitar las impurezas con una leche hidratante y enjuagar luego con una loción sin alcohol.
Los productos naturales aconsejados para pieles secas
Para nutrir, hidratar, y proteger las pieles secas, lo ideal son los aceites esenciales que a la vez son eficaces y ecológicos. Para las pieles medianamente secas, se puede usar el aceite de oliva o el aceite de soja, que permiten reconstruir el film hidrolipÃdico de la epidermis. Por el contrario, si la sequedad es más importante, el aceite de almendra dulce es el que más puede convenir, puesto que es más grasiento que el resto de los aceites.