Mujeres que se imponen a si mismas demasiadas responsabilidades a cumplir en perÃodos de tiempo muy cortos son las mas propensas a sufrir del conocido sÃndrome de superwoman o supermujer, un trastorno que se hace presente en las sociedades occidentales donde las mujeres son cada vez mas competitivas.
Los sÃntomas habituales del sÃndrome de superwoman son dolor, insomnio, tensión muscular, náuseas, espasmos musculares, irratación, mareo, jaquecas, aumento considerable del estrés diario y trastornos de la alimentación. La búsqueda de la perfección y de protagonismo en el trabajo y el hogar son, entre otras, las causas principales de la aparición en los paÃses desarrollados de este problema que afecta a un grupo considerable de mujeres.
Deborah Krause, psicóloga de la Columbia Behaviroal Health Network, en Lexington, Kentuchy, define este trastorno a través de una de las consecuencias más graves que provoca: el insomnio.
La falta de sueño es siempre el resultado del sÃndrome de Superwoman, en el que la persona no sólo piensa que puede hacer todo, sino que se siente responsable de todo.
Madres que atienden a los hijos, a familiares enfermos, se responsabilizan de una casa y ejercen diariamente una profesión o, simplemente, mujeres que viven solas.
El nuevo mal puede afectar a todas ellas, sin distinción de edad, estatus social o económico. Nadie puede estar de pie 18 horas al dÃa, siete dÃas a la semana. Pero para estas mujeres, en la mayorÃa de las ocasiones, la única razón legÃtima para decir no es cuando un médico les dice que están enfermas.
Por otra parte, las mujeres jóvenes y las adolescentes, son impresionables y necesitan desesperadamente la aprobación de los demás obligándose a ser perfectas en todos los aspectos de su vida, este comportamiento suele ser obsesivo y en muchos casos está acompañado de trastornos dn la alimentación como la anorexia o la bulimia.
Aquà les recomiendo el artÃculo ¿Sirena o ballena? publicado en el blog de Miguel Angel Santos guerra con una excelente reflexión sobre las exigencias a la mujer actual en relación a los cánones de belleza impuestos en nuestras sociedades.
El remedio contra este trastorno y reducir el estrés asociado, consiste en darse cuenta de que la imperfección no es mala por si misma, ser realista con el tiempo y con la capacidad individual para llevar a cabo las actividades cotidianas, no sentir culpa al decir no, aprender a delegar responsabilidades en los demás; en definitiva, establecer prioridades y tomar decisiones.
Las supermujeres deben combinar terapia del comportamiento con medidas antiestrés y hábitos de vida saludables: hacer ejercicio, aprender a relajarse y respirar, seguir una alimentación sana, hidratarse apropiadamente, conseguir un buen descanso y dedicarse tiempo a si mismas.