Estos dÃas hemos visto como en tenis Nadal dejaba de ser número uno del mundo para dejar paso a otro tenista, el serbio Djokovic. Después de algo más de un año siendo el número uno, el mallorquÃn deja de serlo.
Sin duda, este episodio histórico del tenis mundial, nos puede dar una gran lección sobre los retos que en los deportes individuales supone el dejar de ser el número uno o de superar al anterior. De hecho, uno de los elementos más importantes para entender el deporte individual y que debemos tener siempre en cuenta es justamente el saber que alguien mejor que tú acabará apareciendo, y que por tanto, jamás se debe dejar de trabajar para no perder ese puesto ganado.
El mensaje tiene otro sentido, y es que aunque haya alguien por encima de nosotros, debemos trabajar para conseguir superarlo, y como nos ha demostrado el tenis estos dÃas, eso siempre es posible.
Esto que podrÃa aplicarse en la mayorÃa de deportes, es mucho más cruel y directo en los deportes individuales, ya que sin ir más lejos, la competición se funda simplemente en uno mismo. El corredor, es el único responsable de su rendimiento, asà como de sus ganas de entrenar y las ganas que tiene de salir y mejorar.
Pero de igual forma, no podemos caer en el desanimo, y pensar que en el momento en que estamos en la cima, el siguiente deportista que nos llegue a poner su aliento en nuestra nuca hará que ya no podamos a ser el número uno. Si esto fuera asÃ, en la mayorÃa de deportes serÃa algo verdadero monótono.
La verdadera diferencia para volver a ser el número uno radica en nuestra capacidad para conseguir entrenar más fuerte y más comprometido que antes, y con muchas más ganas para volver a ser el número uno.