Una vez, un jugador me preguntó de forma muy seria que debÃa hacer para conseguir jugar el 100% de los minutos en los partidos oficiales. La pregunta me sorprendió, ya que lo habitual es que los jugadores se quejen y demanden explicaciones, pero jamás preguntan que pueden hacer para mejorar la situación. Asà que de buen principio un punto positivo para él y su mentalidad. Lo segundo fue mi respuesta, muy rápida y clara: se indispensable.
Muchas veces pensamos que con entrenar duro y ser medianamente correcto en los partidos tenemos todo asegurado, pero no es asÃ, en deportes de equipo la clave total y absoluta es ser completamente indispensable. Es la única manera de que cuando tengamos un error, y es evidente que los tendremos, no recibiremos como castigo o toque de atención el banquillo, solo lo calentaremos en momentos en que por nuestro ritmo de partidos o por nuestros compañeros surjan rotaciones.
La pregunta entonces es como volverse indispensable para un equipo. Pues todo empieza por uno mismo, por la mentalidad, tener los objetivos claros, irradiarlos constantemente en el terreno de juego. Mejorar y progresar es en gran parte fruto de saber conjurar nuestra actitud con los ejercicios que nos proponen. No hay suficiente mal entrenador que no consiga que sus jugadores mejoren por poco que sea, la cuestión es que si el jugador se vacia en cada entreno, es el que primero llega y último se va, intenta llevarse bien con todos, y de forma manifiesta se preocupa por el grupo y por el club, ese, en las dinámicas actuales de nuestra sociedad, se volverá imprescindible.
Primer porque empezará a disfrutar de más minutos de juego, y segundo, porqué con esa voluntad de progreso y los entrenos que se marca, sin duda, conseguirá de forma fácil empezar a mejorar de una manera completamente multiplicada a la de sus compañeros. En pocos meses, quizá algo más, es jugador que quizá no destacaba tanto, ahora lo hace, y curioso, si un dÃa no puede ir a entrenar, o si otro está flojo en el partido, no pasará nada, ya que es y será… exacto.. ¡imprescindible!