Todos hemos oÃdo alguna vez hablar de la grandeza de Machu Picchu, al Sur de Perú.
Un poblado Inca que fuera construido a mediados del siglo XV y que representa una obra extraordinaria de arquitectura e  ingenierÃa.
Tanto por sus fantásticas ruinas como por su magnÃfica naturaleza y paisajes fue declarado como una de las Nueve Maravillas del Mundo.
Las Ruinas de Machu Picchu forman parte del distrito del mismo nombre, en la provincia de Urubamba, en Cusco.
A la zona arqueológica donde se encuentran las ruinas sólo es posible llegar desde los caminos incas, ya que de lo contrario debe utilizarse la carretera Hiram Bingham, que va desde la Estación de Tren Puente Ruinas.
Para tomar esta carretera primero se debe llegar a la ciudad de Aguas Calientes desde Cusco haciendo el viaje en tren.
No existe una carretera directa a las Ruinas porque esa es la forma que se ha encontrado para tener un control sobre el flujo de visitantes.
Para los amantes del senderismo que desean realizar este magnÃfico e inigualable viaje a pie, es necesario hacer el trayecto en tren hasta el km 82 de la vÃa férrea que va de Cusco hasta Aguas Calientes y desde allà comenzar la ruta a pie que tiene una duración aproximada de unos 4 dÃas.
El cupo de visitantes diarios que se permite acceder a las Ruinas es de 500 personas, pero no está permitido desde hace unos años hacer este trayecto de forma individual, sino que debe hacerse en grupos.
Por esa razón,  es necesario contratar los servicios de una agencia de viajes y muchas veces se debe realizar la reserva con 4 meses de antelación.
Durante los dÃas de caminata se  experimentarán varios cambios climáticos como también diferentes ecosistemas, además de superar ciertos lugares de paso que se encuentran a gran altura, el más alto es el llamado Huarmihuañusca, que posee 4200 metros de altitud, conocido como “Paso de la Mujer Muerta“ en tanto que el segundo es precisamente cuando se hace el ingreso a Machu Picchu a través del Inti Puncu o “Puerta del Sol“.
Sin embargo, el esfuerzo y las dificultades valen la pena tanto por conocer la maravilla que es Machu Picchu como la naturaleza que rodea y acompaña todo el trayecto.
La mejor época para realizar este viaje es en la estación seca que va de abril hasta octubre. Además, los conocedores de la región aconsejan pasar unos dÃas en la zona antes de comenzar el viaje hacia las Ruinas, como una manera de adaptarse a la altitud y clima de la región , además de llevar un equipo apropiado como calzado de trekking, ropa de abrigo, repelente de mosquitos, etc.
Por lo demás, a los aventureros y amantes del senderismo, es hora de ir haciendo la reserva porque será un viaje inolvidable.