Ningún hombre puede presentarse como inmune ante una disfunción eréctil, en algún momento de su vida. A pesar de esta evidencia, no os apresuréis en afirmar que sois impotentes, incluso si estáis pasando por un mal momento personal.
La disfunción eréctil puede ser el resultado de un problema de orden somático, o estar provocado por una enfermedad grave. Existen tratamientos médicos capaces de curar este desarreglo. Los terapeutas de la medicina suave proponen otro tipo de alternativas, como la acupuntura, la litoterapia, la moxibustión, o la prescripción de afrodisÃacos naturales.
La persona es impotente en la media en la que los tratamientos médicos propuestos no provocan ningún tipo de cambio en un lapso de tiempo que va de los 6 meses al año.
En la mayorÃa de los casos, la disfunción eréctil constatada en los hombres modernos resulta de un desarreglo psicológico. Este problema suele estar provocado por el estrés, la falta de confianza en sà mismo, o las secuelas debidas a unas malas experiencias sexuales del pasado.
Una asistencia psicológica se revela como el primer tratamiento necesario para mitigar el problema. El hombre debe aprender, al mismo tiempo, a conocer el funcionamiento de su cuerpo, experimentando con su pareja, los masajes eróticos. El masaje tántrico en pareja, o el masaje body-body, ofrecen multitud de posturas para una relajación erótica plena.
Gracias a los consejos de un terapeuta competente, el hombre que es vÃctima de una disfunción eréctil de origen psicológico, puede aprender a relajarse en el momento de una relación sexual, y descubrir las posibilidades de su cuerpo, y ver que hay muchas otras maneras de dar y recibir placer.
Con un agradable masaje erótico a dos, el hombre aprende a ofrecer placer a su pareja, a dominar las reglas de los preliminares y a dejar de temer por una eyaculación precoz.