El running es una de las actividades preferidas de los españoles. Conviene decir que este deporte se practica en todas partes y que es asequible a cualquier edad. Un buen equipamiento basta para practicar esta actividad fÃsica, a través de la cual es posible perder peso, definir la silueta, y optimizar el capital salud.
Los beneficios del running
El running es una actividad fÃsica particularmente beneficiosa para el cuerpo y el espÃritu. Correr permite mantenerse y mejorar la función cardÃaca. El corazón se hace más fuerte y el ritmo cardÃaco mejora. Tras varias semanas de práctica, el corazón va más lento en reposo y también durante el esfuerzo.
Gracias al running, el metabolismo se acelera. Se quema un mayor número de calorÃas, se reduce la cantidad del colesterol malo, y se favorece el correcto funcionamiento del cuerpo. La actividad permite mantenerse en una salud óptima, pero igualmente alcanzar y mantener un peso correcto. La masa grasa se transforma en músculos, la silueta se ve reafirmada y la resistencia al esfuerzo mejora cada dÃa.
Además de los diferentes beneficios para el cuerpo, el running es excelente para el espÃritu. Gracias a la secreción de endorfinas, el riesgo de depresión se reduce, al igual que el estrés y la ansiedad. El sueño mejora y el bienestar general se beneficia en todas sus fases.
Iniciarse en la práctica del running para perder peso
Antes de comenzar a correr, es fundamental tomar ciertas precauciones, sobre todo si nunca se ha practicado deporte. Si se tiene más de 50 años, se recomienda acudir previamente al médico, con el fin de obtener su acuerdo y recibir algunos consejos antes de comenzar a correr.
Las personas más jóvenes y con mejor forma fÃsica, basta que tomen algunas precauciones de sentido común. Los primeros dÃas, no conviene ir más allá de las posibilidades personales. Si nunca se ha corrido, se aconseja correr 5 minutos, después seguir caminando otros 5 minutos, y repetir dos veces este ejercicio.
La siguiente sesión, se corre 10 minutos, y luego se camina 5 minutos y se vuelve a comenzar el ejercicio hasta alcanzar los 30 minutos de actividad fÃsica. Aumentar el tiempo en cada salida, pero sin tener prisa.
Maximizar los efectos del running
Para maximizar los efectos del running conviene mantener una actividad frecuente. Es inútil correr todos los dÃas, más vale mantener un ritmo de 2 a 3 dÃas a la semana. La duración de la carrera depende del estado de cansancio. Nunca conviene ir más allá de los propios lÃmites. No es grave si tan solo se corre 30 minutos, en vez de la hora habitual. No se va a recuperar peso o perder la resistencia en el caso contrario.
Antes de salir a correr, conviene calentarse realizando estiramientos, y si se es principiante en esta actividad conviene comenzar por 5 minutos de caminata. Una vez realizado este comienzo de calentamiento, empezamos a correr, para luego volver a seguir caminando de nuevo. El tiempo estimado suele ser de 5 minutos, y después dedicar entre 5 y 10 minutos a los estiramientos. Este hábito permite prolongar los beneficios de la actividad fÃsica en el organismo, pero también reducir los riesgos de sufrir lesiones o calambres musculares.
Antes, durante y después del ejercicio, la hidratación es fundamental. El agua mineral, a temperatura ambiente, es la bebida más aconsejable. Igualmente se puede preparar una bebida adaptada al esfuerzo mezclando dos tercios de agua, un tercio de zumo de uva, y un poco de sal.
Cuando se realiza un running de más de 30 minutos, conviene llevar una cantimplora. Existen mochilas especiales muy ligeras para poder llevar lÃquido y no sentir la deshidratación durante el esfuerzo.
El equipamiento para practicar running
En cuanto al equipamiento conviene llevar ropa con la que se esté a gusto y adaptada a la meteorologÃa. Lo ideal es utilizar camiseta y short en verano, un buen polar, y un cortaviento en invierno.
En función de cada gusto, se puede utilizar un podómetro, o llevar un brazalete para meter dentro el smartphone. Este último es ideal para utilizar algún tipo de aplicación de running con la que poder controlar los rendimientos, pero al mismo tiempo escuchar algún tipo de música que nos motive para correr.