Uno de los motivos ocultos que nos provocan más estrés y desesperación, con lo que conlleva para nuestro estado de salud y nuestra situación emocional, son precisamente las largas colas y atascos que hemos de aguantar los conductores que a diario, por motivos de trabajo o estudios, se deben realizar entre el puesto de trabajo o estudio y nuestra residencia.
Esos atascos continuos pueden provocar una situación de caos y de nervios dentro de nuestra cabeza que puede llegar a ser perjudicial para nuestra salud y estabilidad emocional. Pero para todo hay pequeños remedios, y aunque entre semáforo y semáforo no esté permitido el teléfono o leer el periódico, si que se pueden hacer diferentes ejercicios para intentar controlar esa agresividad que se nos va construyendo dentro de nosotros.
Algunos tips que podemos seguir en nuestros atascos
- Controlar la respiración. Puede resultar una tonterÃa, pero controlarlo nuestra respiración conseguiremos que los nervios no florezcan. Tendremos que llenar nuestros pulmones muy lentamente y en profundidad suficiente a través de la nariz. Con unas cuantas repeticiones empezaremos a notar los resultados. De hecho, será la clave para no pagar tus nervios solo llegar a la oficina.
- Cuidar el cuello. La posición en el auto no es la mejor del mundo, asà que hay que vigilar y mucho la posición del cuello, y hacer algunos movimientos amplios con él. De esa manera, mantendremos también los hombros relajados. Deberemos acompañar este movimiento de respiración, notaremos mejora y descarga muscular.
- Pecho en expansión. Relajar es la clave, asà que también haremos movimientos, aprovechando la respiración, con el pecho y los hombros. Enlazar los dedos por detrás de la cabeza y relajar codos y hombros. Son pequeños trucos que nos ayudaran a aflojar la tensión, de igual manera, continua con la respiración.
- Espalda suelta. Estirar la zona lumbar es importante, aunque también complicada, aún asÃ, puedes intentar mover los brazos por debajo de las piernas.
Solo de esta manera, no haremos pagar a los compañeros nuestro cabreo matutino.