A continuación os proponemos una buena selección de aceites vegetales indicados especialmente para el verano y para los amantes de exponerse al sol durante muchas horas.
Aceite de zanahoria
El aceite de zanahoria (maceración de raÃces de zanahoria) se utiliza sobre el rostro y sobre el cuerpo, y contiene una fuerte concentración en betacarotenos, facilitando el bronceado y un tono de piel brillante.
Este tratamientos también sirve para combatir las arrugas, uniformizando el tono de la piel, suavizando la piel y regenerando la epidermis. Pero cuidado: este aceite no protege del sol, y normalmente se utiliza en pequeñas proporciones, mezcladas con algún otro aceite vegetal.
Aceite de coco
Este aceite se utiliza sobre al piel para suavizarla y dejarla sedosa, pero también en el pelo para nutrirlos y alisarlos. Su perfume es suave, proporcionando un generoso bienestar general.
A temperatura ambiente se presenta sólido, asà pues se debe tomar una pequeña cantidad y calentarla en el hueco de las manos antes de aplicarla. Su penetración cutánea es casi inmediata, y no deja rastros de grasa.
Propiedades: regeneradora, suavizante, nutriente, y previene el envejecimiento.
Aceite de millepertuis
Se obtiene como resultado de la maceración de flores del millepertuis. Es un aceite rojizo, y un remedio milagroso que calma, repara y favorece la cicatrización de las pieles inflamadas, e irritadas.
El mejor aceite para curar las quemaduras ocasionadas por el sol y las inflamaciones de la piel, pero está prohibido tomar el sol con este aceite, puesto que es fotosensibilizante, por eso sólo se debe aplicar por la noche.
Aceite de caléndula
Se obtiene por maceración de flores de caléndula, y es un excelente tratamiento para después del sol. Tiene propiedades para suavizar, descongestionar y calmar la piel.
Es un buen remedio para reducir las irritaciones, y está altamente recomendado en pieles enrojecidas por el sol, ya que tiene propiedades cicatrizantes y antisépticas.
Mantequilla de karité
Se presenta sólida a temperatura ambiente. La forma de aplicarla es calentándola en las manos, para que se licue antes de untarla sobre la piel. Es un tratamiento completo para la cara, el cuerpo y el pelo, y seguramente el producto estrella para este verano, si queremos prevenir la deshidratación debida al calor.
La mantequilla de karité hidrata las capas superficiales de la epidermis. Lo ideal es amasar un buen rato la zona sobre la que hemos aplicado el concentrado, asà la piel recuperará toda su elasticidad.
Los resultados son más que visibles, puesto que deja la piel satinada, y también se puede utilizar como brillo de labios.
La mantequilla de karité protege el pelo. Aplicándola en cabellos limpios y secos, el brillo y la vitalidad se recupera enseguida. Mientras tomamos el sol es bueno untar un poco de mantequilla sobre el pelo para que haga de filtro y podamos protegernos de las agresiones externas.
No olvidemos que los aceites vegetales son altamente recomendables, siempre que se extraigan en frÃo, y sean puros y naturales al 100 %.