Caminar o movernos en la oscuridad o con los ojos cerrados es posible gracias a la percepción interna que tenemos de nuestro cuerpo, conocida como Propiocepción es el sentido que indica si el cuerpo se está moviendo, asà como también de la posición relativa de diversas partes del cuerpo con respecto a otras.
La propiocepción es importante en los movimientos comunes que realizamos diariamente y, especialmente, en los movimientos deportivos que requieren una coordinación especial. Gracias a ella sabemos en qué posición se encuentran las partes de nuestro cuerpo cuando la visión no entra en juego.
El sistema propioceptivo está compuesto por una serie de receptores nerviosos ubicados en los músculos, articulaciones y ligamentos. Se encargan de detectar el grado de tensión y estiramiento muscular para luego enviar esa información a la médula y al cerebro donde es procesada; el cerebro genera una respuesta dirigida a los músculos y demás estructuras con las instrucciones orientadas a realizar los ajustes necesarios en cuanto a la tensión y estiramiento muscular y asà conseguir el movimiento deseado.
Los propioceptores forman parte de un mecanismo de control de la ejecución del movimiento e intervienen en procesos subconscientes y muy rápidos que realizamos de forma refleja, por lo que entrenar el sistema propioceptivo a través de ejercicios especÃficos ayudará a responder con mayor eficacia, mejorar la fuerza, coordinación, equilibrio, y tiempo de reacción ante situaciones determinadas.
Entrenamiento propioceptivo
Dentro del entrenamiento propioceptivo se trabajan fundamentalmente dos aspectos importantes: la fuerza y la coordinación, a tres niveles: intermuscular, intramuscular y procesos reflejos. Se busca mejorar la capacidad de equilibrio, la orientación, la relajación de los músculos, el sentido del ritmo y la relación espacio-tiempo del movimiento; es decir, la capacidad para prevenir situaciones imprevistas con riesgo real de lesión.
Este tipo de entrenamiento es utilizado tanto para prevenir lesiones como en los procesos de recuperación. El entrenamiento propioceptivo sirve para prevenir y curar lesiones como tirones, rupturas ligamentosas, lesiones capsulares, fracturas óseas articulares y diafisarias, lesiones musculares y en la columna vertebral.
Normalmente, el entrenamiento propioceptivo utiliza elementos básicos como pelotas de diferentes tamaños, mesas y trampolines. Cualquier objeto que permita desarrollar ejercicios de equilibrio, coordinación, orientación combinados con estiramientos de músculos y tendones.
Fuente: Youtube