Hoy en dÃa, son innumerables las diferentes variedades de tés que existen en el mundo además de su versión clásica.
Diferentes hierbas, le proporcionan aromas y propiedades que gustan y favorecen al organismo.
El té verde, contiene propiedades protectoras contra algunas enfermedades, además de aumenta notablemente nuestro ánimo y vitalidad.
La variedad de té verde o por ejemplo el negro, contienen poli fenoles con excelentes efectos, muy positivos para el buen funcionamiento del organismo.
Entre otras cosas, protegen el corazón disminuyendo los niveles de colesterol y mejorando el metabolismo de los lÃpidos.
Además, nos resguardan de la posible aparición de cáncer, eliminando los radicales libres que pueden dañar las células, empujándolas hacia un crecimiento desmedido. Los poli fenoles también contienen efectos anti-bacterianos.
Las industrias fabricantes del té, preparan ambas clases de té (negro y verde) extrayendo estas propiedades de las hojas de la planta del té, el Camelia Sinensis, que es un arbusto proveniente de Asia.
Este proceso, en el caso del té verde, consiste en cocinar las hojas al vapor durante un corto perÃodo de tiempo y después dejarlas secar. Para obtener el té negro, que es el principalmente consumido en Occidente, después de este proceso de cocción, estas hojas son sometidas a secado y calefacción.
Allà se produce una fermentación natural, que le infiere un oscurecimiento en las hojas de té y desarrolla aromas y sabores muy distintos al del té verde. Ya que la fermentación destruye parte de los poli fenoles, se cree que el té verde es mejor que el negro para la salud. Este contiene cerca de un 27% de catechins, mientras que el té negro únicamente aporta un 4%.
Se ha comprobado que el té verde impide parcialmente el crecimiento de posibles cánceres de piel en ratones, asà como ha resultado un muy buen protector contra el cáncer de pulmón en animales a prueba.
En los seres humanos, de igual manera, se ha detectado que quienes toman regularmente té verde mostraron menos propensión a contraer la enfermedad del cáncer que quienes no lo incluÃan entre sus hábitos.
De todas formas, también hay pruebas que demuestran que el té negro no debe ser descartado. Tanto el té negro como el verde y el descafeinado tienen capacidades que favorecen a la neutralización de los agentes quÃmicos cancerÃgenos.
Además, bien sabido es que la mayorÃa de estas variedades de té, funcionan como un excelente antioxidante para el organismo. Todos los tés contienen teofilina, que es una sustancia muy parecida a la cafeÃna. Lo interesante, es que además de ser más suave que el café, puede ser adecuada para personas que sufren de asma, ya que actúa como broncodilatador.
Aunque tener en cuenta todos los beneficios, tanto del té verde como del negro, también es preciso que sepa que la teofilina, si bien es más suave, puede generar adicción. Al igual que con la cafeÃna, debe ser tomada con prudencia, para poder aprovechar realmente las propiedades benéficas del té, y no sufrir sus desventajas.