Tras un invierno frÃo e interminable, llega la primavera, sÃmbolo del renacimiento personal interior y exterior. Ofrecemos a continuación una serie de buenos consejos para realizar un programa completo de cara al buen tiempo.
Nuestros consejos
. Una cura a base de zumos de verduras: Lo ideal es cuando se pueden preparar con verduras frescas y de temporada, con ayuda de una licuadora. Tomamos como base una zanahoria o remolacha, porque son verduras azucaradas, de gusto agradable y suave.
A continuación llenamos 2/3 de un vaso con ese jugo, y el resto del vaso lo completamos con el zumo de otra verdura. En este segundo caso puede tratarse de pepino, nabo, col, o calabacÃn.
Los zumos de vegetales y frutas deben consumirse en el momento, y nunca reservarlos para más tarde.
. Lo ideal es comenzar el dÃa con un buen vaso de zumo variado, y otro por la noche, antes de la cena.
El cuidado de la piel
. Cambiar de piel: Con la transpiración activamos las glándulas sudorÃparas, que desempeñan el mismo papel que los riñones, y las glándulas sebáceas, que actúan como lo hace el hÃgado.
Mantenemos el proceso de drenaje corporal estimulando la piel.
La piel es posiblemente la parte del cuerpo peor tratada durante el invierno: la falta de luz, las fricciones con las diferentes capas de ropa para protegernos del frÃo no nos benefician nada.
Para dejar atrás el maltrato invernal, un buen método es comenzar acudiendo a una sauna o hamman, para favorecer las funciones de eliminación de la piel. En realidad se trata de estrenar nueva piel, tras unas sesiones de calor, y vapor de agua.
. Los tratamientos de reflexologÃa en la planta de los pies ayudan de una manera espectacular a reactivar las funciones digestivas y circulatorias, la regulación del sueño y del sistema nervioso.
Igualmente, permite optimizar el tono y la energÃa psÃquica, y liberar la fatiga y el estrés que se han ido acumulando durante los meses de invierno.
Renacer a la primavera, también es decidirse por una mejor calidad de vida.