Cuando la columna vertebral presenta un problema de curvatura pero sin existir deformidad ósea se habla de una “actitud escoliótica” que puede ser corregida a través de cambios en los hábitos posturales. Con Pilates y la corrección de posturas se logran a través de un entrenamiento personalizado eliminar la actitud escoliótica y también disminuir las consecuencias de una escoliosis ya instalada.
Las malas posturas habituales sumadas a problemas físicos como la diferencia de longitud entre los miembros inferiores acarrean dolores de espalda.
La actitud escoliótica a diferencia de la escoliosis puede corregirse por medio del Método Pilates a través de una rutina de ejercicios, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de una deformidad no estructurada y que por lo tanto tiene un grado de flexibilidad adecuada para tratarse.
Pilates propone una rutina de ejercicios que sirven para reequilibrar el cuerpo con ejercicios que trabajan la zona pélvica, abdominales y también rutinas de elongación de columna.
Por su parte, cuando se habla de escoliosis y sus tratamientos se proponen alternativas como vigilancia sobre el avance del problema y el uso de corsés o como última alternativa la cirugía.
En curvas menores de 20º los especialistas aconsejan una vigilancia de forma periódica, con el objetivo de ver si la curva evoluciona, es decir, si aumenta o no. Ya cuando esta curva aumenta y mide entre 20 y 50º el tratamiento se entrará en el uso de un corsé, para tratar de detener el aumento en esa curvatura.
En estos casos el paciente debe ser controlado cada seis meses con el fin de establecer si la curva ha aumentado para hacer las modificaciones que sean necesarias.
Ya en aquellas curvas que superan los 50º se aconseja la cirugía para la corrección de la curva por medio de la unión de las vértebras utilizando injertos óseos y barras metálicas.
Sin embargo, cuando la escoliosis no esta constituida o totalmente instalada con una curvatura exagerada es posible a través de ejercicios del Método Pilates disminuir su gradación.
La rutina de Pilates en estos casos en particular será adecuada a cada persona, a pesar de tratarse de una escoliosis ya constituida los ejercicios aplicando este método ayudarán a evitar la progresión y también el padecimiento de daños secundarios que afecten la columna vertebral.
Posturas correctas sumadas a una rutina personalizada utilizando el Método Pilates ayudan tanto a eliminar la actitud escoliótica como a mejorar ciertos casos de escoliosis.