Según los informes emitidos por la Organización Mundial de la Salud, la obesidad es uno de los principales desafíos que debe enfrentar en la actualidad la ciencia médica de todo el mundo.
Las estadísticas hablan por sí mismas, teniendo en cuenta que el 61% de los adultos en Estados Unidos tienen algún grado de sobrepeso, en Alemania la mitad de la población padece igual problemas y en México las dos terceras partes de las persona de más de 20 años tienen problemas para controlar su peso
En un reciente encuentro México-Francia sobre “Trastornos de la Conducta Alimentaria y Obesidad”, los experto revelaron que es necesaria dar a los pacientes que padecen de obesidad un tipo de atención integral, teniendo en cuenta que los problema alimentarios tienen una muy estrecha relación con la ansiedad y la depresión.
Tanto la obesidad, como los trastornos de conducta a nivel alimenticio tales como la anorexia y bulimia, pueden derivar en problemas y alteraciones emocionales, como la ansiedad y depresión que llegados a casos extremos pueden terminar en casos de suicido, siendo el sector más vulnerable en la sociedad el de los adolescentes.
Según los especialistas que participaron de este encuentro los trastornos alimenticios como anorexia y bulimia se ven reflejados en el aumento de otras adicciones como el alcoholismo y esto se debe a que quienes tienen problemas alimenticios se encuentran más vulnerables a padecer alteraciones psicológicas
El profesor Luis Rojo, de la Universidad de Valencia, España, dijo que tras largos años de estudios pudo determinar el nexo que existe entre la obesidad y algunos problemas mentales.
El profesor Rojo explicó “La obesidad es un genotipo, un estado corporal (…) haciendo una exploración de las variables piscopatológicas de los síntomas asociados a la presencia de la obesidad, especialmente si hay síntomas alimentarios claros, como es la presencia de atracones no compensados, una de las causas más frecuentes de sobrepeso y obesidad son los trastornos por atracón donde la persona hace ingestas frecuentes de comida, excesivas, sin tomar medidas para compensarlas, a diferencia de lo que sucede en la bulimia.”
“Estas alteraciones mentales se encuentran al margen de los trastornos alimentarios, donde el sobrepeso y la obesidad constituyen una vía final asociada fundamentalmente al uso de cierto tipo de psicofármacos en los que se fomenta mucho la ingesta alimentaria y el síndrome metabólico”. Acotó el profesor
Además de las adicciones, se registran otras alteraciones psicológicas, como la ansiedad y depresión, que pueden llevar a situaciones extremas.
La persona obesa en muchas ocasiones sufre de vergüenza cuando se expone ante los demás, y también padece las limitaciones físicas propias que su enfermedad le produce, además de tener que cargar con los comentarios negativos que recibe. Como consecuencia de todo esto sólo en la comida puede encontrar algo que le genera satisfacción.
Los médicos especialistas en obesidad indican que los adolescentes son los más vulnerables, ya que en ellos el conflicto de las interacciones son muchas veces más importantes que en las personas de mayor edad.
Por razones estratégicas todas las campañas de prevención siempre enfatizan las secuelas de la obesidad en problemas de infartos, diabetes, cáncer , pero también esta enfermedad causa problemas de comportamiento y emocionales de quien la padece. Inclusive estos problemas psicológicos son muchas veces determinantes para que la persona se resista a someterse a un tratamiento para adelgazar o si lo comienza al poco tiempo lo abandona.
Los especialistas coinciden que tanto los niños como los adolescentes con problemas de sobrepeso u obesidad son objeto de bromas y sufren su segregación sistemática y por ello la imagen y el concepto que ellos tienen de sí mismos se va viendo afectado de forma paulatina.
Además, fuera de este ámbito externo el mismo obeso hace constantemente una comparación entre su cuerpo y los estereotipos de belleza que la sociedad acepta, sumado a la perdida de amistares, oportunidades laborales que se desvanecen por su condición y la frustración que siente luego de reiterados e infructuosos intentos por adelgazar.
Finalmente, es muy importante que la familia de un niño o adolescente que se encuentra pasando por este problemas se mantenga bien atenta a los problemas que puedan ir detectándose en estos pacientes y tratar por todos los medios de seguir con seriedad un tratamiento médico para enfrentar y vencer esta enfermedad, además de brindarles apoyo y confianza, enfatizando los logros y sus cualidades positivas y no su problema de sobrepeso.