Si estás empezando a restringir algunos alimentos de tu dieta buscando bajar de peso, debes saber que el alcohol no ayuda.
Se estima que contiene alrededor de 7 calorías por cada gramo, y no aporta al organismo ningún nutriente como minerales y vitaminas, por lo que se las considera calorías “vacías”.
Además, debes tener en cuenta que el alcohol no sólo te hace aumentar de peso, sino que también afecta tu sistema nervioso, actuando como un anestésico o tranquilizante suave. Está directamente ligado al sobrepeso, al igual que a otros problemas de salud.
Por supuesto que sus desventajas se exponen en personas que consumen alcohol en exceso, ya que bebiéndolo de manera moderada no tiene graves consecuencias. En grandes cantidades, existen riesgos de que se convierta en una sustancia adictiva.
Las bebidas alcohólicas destiladas, como la Ginebra, el Wisky, el vodka o el ron, tienen una concentración alcohólica de un 40 a un 95%. Esto se debe a que se obtienen de su maceración, lo que aumenta progresivamente su grado de alcohol. Tal es así, que una botella de Wisky equivale a 26 kg de verduras cocidas.
Por otro lado, el vino es de las bebidas alcohólicas con menor graduación, ya que tiene entre un 8 y un 13% de alcohol. Esto es bastante moderado a comparación de las bebidas destiladas, aunque su consumo en exceso también daña.
En la misma comparación que realizamos con el Wisky, resulta que una botella de vino equivale a 3kg de verduras cocidas. Por eso es importante tener en cuenta que tanto el vino como la cerveza, al ser de las bebidas con menor graduación alcohólica, son también las que contienen menos calorías.
Además, el vino funciona como vasodilatador, y contiene varias sustancias antioxidantes. En buena medida, resulta saludable.