Las nuevas técnicas para llegar al público cuentan con infinidad de variantes y una de ellas es el Neuromarketing que consiste en aplicar ciertas técnicas de la neurociencia pero en el ámbito de la publicidad, estudiando que efectos causan ciertos estÃmulos en la conducta de los consumidores.
Las grandes marcas utilizan el neuromarketing a pesar que en la mayorÃa de los casos no quieran reconocerlo ya que hasta hace poco tiempo este tipo de disciplina pasaba desapercibida pero hoy aparecen noticias sobre el tema de forma constante.
Existen ciertos estudios realizados sobre las motivaciones que llevan al público a comer en determinados locales de comida rápida como McDonalds, sobre todo una que establece que el 95% de las familias consumen en esta cadena de hamburgueserÃas por los juguetes que regala, con una estrategia muy clara que tiene como objetivo conquistar a los niños.
Varias empresas especializadas en estudios de mercado se dedican a investigar el comportamiento del público inclusive algunas utilizan resonancias magnéticas para medir la actividad cerebral y ver cómo reaccionan los voluntarios a determinados estÃmulos.
En el caso de la industria alimenticia y siguiendo con el ejemplo de McDonalds la empresa ha reconocido el hacer realizado experimentos con determinados aromas artificiales relacionados con sus platos y estableciendo que el olor puede despertar una emoción positiva y esto se traduzca en un aumento de ventas.
Dentro del campo del Neuromarketing una de las últimas herramientas es el Eye Tracking que ayuda a analizar en forma precisa y aporta una buena cantidad de información sobre los hábitos de los consumidores.
Si trasladamos estas técnicas y herramientas del Neuromarketing advertimos como influyen en el comportamiento de los consumidores en relación a sus hábitos alimenticios ya que el efecto que produce es hacer que ciertos alimentos sean irresistibles.
Una investigación publicada en el Journal of Neuroscience, proporcionó la evidencia de cómo a ciertas personas son más susceptibles a las imágenes de comida y que se traduce en un gran poder de la publicidad de alimentos.
El estudio identifica cómo la relación de deseo funciona en el cerebro y en personas con mayor sensibilidad se muestra la motivación y la recompensa, algo que sucede con solo mirar las fotos de platos de comida.
La investigación demostró además, que cuando algunas personas con sensibilidad de recompensa alta miran fotos de comida apetitosa duplican el nivel de actividad en las cinco áreas del cerebro implicadas precisamente con la recompensa, en comparación con aquellos con una menor sensibilidad en este sentido.