En el mundo del fitness al igual que en otras actividades existen creencias sobre determinadas cuestiones que muchas veces no son del todo verdaderas.
AsÃ, existe la creencia que si se ingieren grandes cantidades de proteÃnas se logrará mayor musculatura.
Esta es una verdad a medias, teniendo en cuenta que es cierto que las proteÃnas participan en la formación muscular, pero esto no es sinónimo de que se necesite ingerir a diario enormes cantidades de proteÃnas para lograr musculatura.
El exceso de proteÃnas acaba convirtiéndose en ácidos y nitrógenos que o bien son transformados en carbohidratos y luego almacenados o son expulsados por el propio organismo.
Por ello, en realidad es más importante en que momento se consumen proteÃnas que la cantidad que se ingieren de ellas.
Terminado el entrenamiento es aconsejable consumir algún alimento que posea tres partes de carbohidratos y una de proteÃnas. Pasadas unas horas, se debe ingerir algún alimento y luego invertir la proporción mencionada en la siguiente comida. De esta forma se logra mantener la sÃntesis de proteÃnas funcionando porque se consigue mantener las concentraciones de aminoácidos altas en la sangre.
Cuando se entrena y se realiza una rutina de resistencia, los músculos y tejidos del cuerpo son sometidos a movimientos de estiramiento y contracción constantes. Al mismo tiempo se producen pequeños desgarros en los músculos, siendo esto un proceso totalmente normal y natural por medio del cual los músculos se desarrollan y logran crecer como respuesta al entrenamiento que se está realizando.
La clave para que esto suceda es que se alimenten los músculos con lo que necesitan realmente y esto deber hacerse ni bien se termina con el entrenamiento. Siendo lo correcto que no pase más de media hora luego del ejercicio sin que se haga una comida.
De no hacerse de esta forma puede producirse un proceso llamado catabólico, donde se pierde masa muscular en vez de ganarla. Ni bien se termina de entrenar se debe consumir algún alimento rico en carbohidratos y que además pueda digerirse de forma rápida, como por ejemplo pan blanco con mermelada.
Sin embargo, también es importante consumir la cantidad necesaria de proteÃnas que el organismo necesita luego del ejercicio, por ejemplo una leche desnatada chocolatada, de esta forma se incorporan proteÃnas (de la leche) azúcares simples y muy poca grasa.
En cuanto a las grasas, éstas deben ser evitadas luego de ejercitarse, ya que si bien las grasas y en especial las de origen vegetal como las que se encuentran en nueves, semillas de lino o en el aceite de oliva, son necesarias en la dieta, se aconseja no ingerirlas inmediatamente después del entrenamiento. Esto es asà porque las grasas producen un retraso en la absorción de las proteÃnas y carbohidratos.