El invierno es el perÃodo del aumento de masa y el verano es el de la definición. Esta es una idea falsa que escuchamos desde hace años. La pregunta que hoy nos planteamos es ¿por qué es interesante realizar el aumento de masa muscular durante los meses de frÃo, y la fase de secado y definición cuando hace calor? ¿Es más eficaz? Ciertamente no existe ningún estudio cientÃfico o mecanismo fisiológico que demuestre esto. Entonces, ¿estamos ante una leyenda urbana?
Antes de comenzar a responder a esta pregunta, conviene plantearse una fórmula matemática fácil de retener. La fórmula es la siguiente: entrenamiento + nutrición + recuperación = aumento de músculo. En realidad la cosa no es tan fácil, puesto que existen sutilezas que desarrollaremos un poco más tarde. En cualquier caso veamos ahora los argumentos de las personas que defienden la idea de que el invierno es el periodo del año más propicio para el aumento de masa muscular.
En invierno el entrenamiento puede ser mayor
Durante este perÃodo, la noche llega antes y hace más frÃo. Dos factores que provocan que salgamos menos que en verano, una estación durante la cual se pasa mucho más tiempo fuera. El periodo invernal deja por tanto más tiempo para el entrenamiento. Al poder entrenarse más tiempo, se puede ganar mayor músculo.
En invierno se come más
Durante el invierno se come más, y los platos son mas calóricos. El aumento de masa es por tanto más sencillo en este periodo del año.
En invierno se duerme más
Con unas jornadas más cortas y unas noches más largas, el invierno es más propicio para una larga noche de sueño y poder levantarse más tarde. Cuando hace -10º C fuera, es más fácil quedarse debajo de la manta al calor de la cama. Y este tiempo es excelente para la recuperación.
Argumentos contrarios
Recordemos la fórmula: entrenamiento + nutrición + recuperación = aumento de masa muscular. Se podrÃa pensar que aumentando uno de los parámetros, o varios, esto acelerarÃa el aumento de músculo. En realidad la cuestión es algo más compleja. Todo es cuestión de proporción, puesto que existen lÃmites que conviene conocer y que no conviene superar.
El entrenamiento
Es necesario que el entrenamiento sea lo suficientemente intenso para provocar una respuesta anabólica, por eso no sirve de nada el sobreentrenamiento, ya que el cuerpo tiene sus propios lÃmites. A la inversa, si el entrenamiento no es suficiente, no existe reacción anabólica y por tanto tampoco aumento de masa muscular. Conviene pues aprender a conocer el cuerpo para encontrar la proporción ajustada.
Si se constata que se progresa más en invierno, esto quiere decir que fuera de este periodo no existe un entrenamiento suficiente. 4 entrenamientos a la semana parecen adecuados. Si hay semanas con 3 dÃas de entrenamiento, no es algo catastrófico. Y si de vez en cuando hay alguna semana con 5 dÃas, tampoco ocurre nada. Pero no conviene realizar entre 6 y 7 entrenamientos a la semana, puesto que es invierno, y que no hay nada mejor que hacer. Entrenarse más no sirve de nada. TodavÃa peor, es el mejor modo de ponerse a tiro de estar en situación de sobreentrenamiento.
La nutrición
Con relación a la nutrición, conviene comenzar un poco más de lo que las necesidades diarias requieren con el fin de construir el músculo. Lo mismo ocurre con el entrenamiento, comer más no sirve de nada, y comer menos no permite al cuerpo la fabricación del músculo. Como dificultad suplementaria, es necesario que el cuerpo tenga los nutrientes y los micronutrientes en las justas proporciones.
La recuperación
Como último punto muy importante, la recuperación. En realidad hablamos del sueño ya que es el momento durante el cual el cuerpo se regenera y también el momento en el que se construye el músculo. Un sueño insuficiente no permite recuperar completamente y construir el músculo. Pero cuidado, un sueño demasiado largo no provoca una mejor recuperación, sino lo contrario. La duración recomendada del sueño está entre 7 y 9 horas para un adulto de entre 18 y 65 años. Dormir demasiado puede tener malas consecuencias.