A pesar que algunos especialistas en entrenamiento físico no consideran la movilidad articular como una cualidad física, basados en que entrenar la movilidad no mejora ninguno de los sistemas orgánicos, es necesario optimizarla para elevar el desarrrollo de un pootencial físico que de lo contario quedaría estancado.
Existen diferencias sustanciasles entre la movilidad articular, flexibilidad y elasticidad:
La movilidad articular: Es la capacidad que se tiene para realizar un desplazamiento de parte del cuerpo que se realizará dentro de un segmento de recorrido que será siempre lo más amplio posible, con la salvedad de mantener íntegras todas las estructuras anatómicas que se incluyan.
La flexibilidad: Es la capacidad del para poder deformarse sin sufrir deterioros ni daños estructurales, una propiedad que el cuerpo posee gracias a las articulaciones.
La elasticidad: Es la capacidad que posee el cuerpo para recuperar su posición o su forma originarias una vez que acaba la fuerza externa que le causó alguna deformación. Esta es una cualidad que el cuerpo tiene gracias a los músculos y en menor medida a los tendones.
Por lo dicho anteriormente, cuando se habla de músculos se hace referencia a una cualidad de tipo elástica que éstos poseen teniendo en cuenta que éstos pueden tanto elongarse como retraerse por sí mismos.
Por otra parte, cuando se hace mención a las articulaciones se está haciendo referencia a la posibilidad de flexionarlas en diferentes posiciones.
En tanto que sumando la flexibilidad y la elasticidad nace la “movilidad articuar». Aquella que le permite al cuerpo elongar un músculo hasta llegar al límite articular sin sufrir ningún daño.
Por cierto, existen factores que limitan la movilidad articular, teniendo en cuenta como primer punto que cualquier entrenamiento debe siempre realizarse dentro de los límites que señala la práctica de cada deporte.
Las práctica de deporte exige ser de una forma determinada y tener un cierto desarrollo a nivel físico, por ello, cualquier extralimitación que se realice será una pérdida de tiempo además de un perjuicio.
Por ello, siempre se apunta a que el culturista mejore su elasticidad muscular y así ejercutar movimientos con un recorrido amplio, pero sin esperar que alcance los niveles de un gimansta.
Por su parte, el músculo posee capacidad para transformar la energía química en un trabajo mecánico, existiendo así diferentes tipos como el liso (involuntario), el cardíaco y el estriado, cuya mayor función es la de mantenimiento de postura.
Al realizar un análisis de la fibra muscular en un microscopio es posible observar que todas ellas se encuentra compuestas por unidades llamadas sacómero y varios de ellos dispuestos en serie forman una miofibrilla que a su vez se encuentran colocadas de manera paralela y forman una fibra.
Esta fibra se encuentra recubierta por una membrana de tejido conjuntivo el “endomisio” que da origen a un fascículo recubierto por otra membrana llamada de perimisio. Para termina varios fascículos forman un músculo que se encuentra recubierto por el llamado epimisio.
A pesar de tantos nombres extraños, es interesante saber que la manera en que un músculo se opone al estiramiento se encuentra dada por dos factores, uno el grado de tensión que se acumula de forma pasiva (tono muscular) y esto dependerá siempre del grado de activación qeue pose el sistema nervioso. O sea cuando se desea estirar un músculo es necesario primero reducir al máximo la tensión muscular, algo que se logra por medio de un calentamiento previo y a la relajación que el individuo haya logrado alcanzar de forma previa.
Por lo general, el tiempo necesario para lograrlo será variable de un músculo a otro y siempre dependiendo de la función del mismo. Aquellos músculos llamados antigravitatorios y también los que desarrollan un trabajo más intenso de forma regular, siempre tardarán más tiempo en relajarse. Es el caso de los músculos erectores espinales, lumbares, isquiotibiales, gemelos o trapecios.
En segundo lugar la resistencia que ofrece el músculo a ser estirado puede resultar dolorosa siendo la parte más difícil del estiramiento y por la cual muchas personas se resiste a llevarla adelante.
Además, los músculos se encuentran unidos al hueso por los tendones que son como cordones de una gran resistencia y que tienen como tarea la de transmitir presión a los huesos, algo que los transforma en prácticamente inextensibles teniendo una oposición al estiramiento que llega al 10%. Por ello, si durante la realización de un estiramiento forzado se siente dolor en los tendones de inserción del músculo que se desea estirar será conveniente abandonar la acción y consultar al especialista la posible causa de este dolor.
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Los beneficios que trae aparejada la mejora de la elasticidad muscular
Una movilidad articular excesiva va en detrimento de la estabilidad y sostén deseables pudiendo predisponer a lesiones articulares. En tanto que una movilidad óptima pero con un acortamiento muscular no deseado en algunos músculos puede traer problemas serios como la mala postura, una escasa adaptabilidad de los músculos cuando enfrentan movimientos explosivos, como también un gasto calórico de más como consecuencia del esfuerzo extra y una mala coordinación.
Un músculo elástico permite una fluidez mayor de movimientos, algo esencial en deportes que exigen un grado alto de coordinación, permitiendo asumir un impacto menos. También una mayor capacidad elástica del músculo condiciona a un preestiramiento más eficaz durante los movimientos explosivos previniendo cierto tipo de lesiones.
Por esa razón, quines practican deportes y poseen un buen rango de recorrido articular pueden llevar adelante situación en que las articulaciones son exigidas al límite, como el caso de la gimnasia artística y los lanzadores en atletismo.
De todas formas sólo entrenar la elasticidad no deja al deportista a salvo de sufrir lesiones, teniendo siempre presente que debe llegarse a límites prudentes para no sufrir lesiones.