El Mokuso, es un término de origen japonés que se refiere a la meditación, que podría traducirse en un “mirar en silencio hacia el corazón” o en una forma de reflexión tranquila y un estado que puede alcanzarse por medio de un entrenamiento mental que unido a la respiración y la relajación de forma combinadas con una postura adecuada permite que quien lo practica pueda hacer una regresión al estado mental de un recién nacido, sin miedos, sin estrés, dudas o dolores.
Quienes lo practican se refieren al Mokuso como un estado de consciencia superior a través del cual los problemas del día a día y todo aquello que pueda significar una tensión se olvidan y quedan fuera del tatami.
Así, en la práctica de un arte marcial cuando el practicante se enfrenta a un oponente, se defiende y contraataca tiene su mente puesta en la realización de los movimientos y en cómo lograr una ejecución lo más perfecta posible siempre estando concentrado en las técnicas aprendidas y la mente queda limitada a esos movimientos exclusivamente.
Si el luchador logra dejar vacía su mente en blanco y libre de emociones o pensamientos que puedan distraerlo llegará un momento en que le será totalmente posible realizar los movimientos y técnicas de forma automática y naturalmente.
La tensión y las emociones hacen que la energía se desperdicie lo mismo que la velocidad poniendo la atención en las cosas poco importantes desatendiendo aquellos aspectos del combate que por lo general serán decisivos.
Mente en blanco y concentrada totalmente en el entrenamiento o la lucha quien lo practica no se encuentra sometido a ninguna presión y por ello puede reaccionar actuando de una manera más intuitiva cuando llega el momento de ingresar en el tatami o del enfrentamiento con un oponente.
El Mokuso es por lo tanto, una actividad pasiva que permite un entrenamiento de la mente para controlar de forma más efectiva el cuerpo, siendo el mejor momento para llevarlo a cabo antes de la clase para dejar fuera los problemas y lograr concentración y también como vehículo para vaciar la mente de emociones y lograr centrarse en la actividad de la lucha o entrenamiento y luego de éstos para relajarse, descansar y reordenar los pensamientos.
Este tipo de relajación no solo elimina la tensión y el estrés, sino que también hace ver las cosas desde una perspectiva diferente.
La práctica de mokuso requiere de una combinación de la postura corporal, la respiración y la concentración.
La postura debe ser confortable, la respiración es clave para realizar la técnica de forma correcta y la concentración sirve para dejar la mente en blanco alcanzando un estado mental sereno.
Una práctica correcta de mokuso, energía positiva y una sensación de bienestar interior se transformarán con el tiempo en parte indispensable de la vida de quien lo realiza.