El día de hoy enseñaremos a realizar un exquisito plato realizado con durazno, una gran fuente de salud y nutrición. Es un fruto que en la antigua China fue considerado como un símbolo de longevidad. Esta atribución fue confirmada siglos después por científicos que lograron dar con una de las principales propiedades del durazno: combatir el proceso de envejecimiento.
Posee extraordinarios aportes vitamínicos, es que la vitamina A, E y C lo convierten en un poderoso antioxidante, y en un buen aliado para el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
Entre las propiedades curativas que posee se puede hacer mención del alto contenido en fibra y el bajo aporte de calorías, que ayudan en las dietas de adelgazamiento. A su vez como su digestión es muy ligera, gracias a que su consumo incrementa la producción de bilis, ayuda y mucho a disminuir los cálculos renales.
Un durazno se encuentra en su punto exacto de maduración cuando posee la piel lisa, libre de manchas y es suave al tacto. Si cultivo es orgánico y libre de pesticidas, se recomienda comerlo con piel, ya que la mayor parte de sus propiedades están en ella.
Ahora bien, para preparar la receta saludable llamada “Raspado de duraznos” necesitamos: 2 duraznos, hojas de hierbabuena, 2 refrescos de sangría, jarabe natural o granadina y hielo.
Colocar tres trozos de durazno y unas hojitas de hierbabuena en palillos especiales, para preparar una brochet. Dejar dicha preparación dentro del refrigerador bien tapadas o con unas gotas de limón.
Para realizar el helado, debes pelar y extraer la pulpa de los duraznos, colocar la mitad en la licuadora, agregar un refresco de sangría, y finalmente puedes endulzar a tu gusto con el jarabe.
Añades un poco de hielo y licuas hasta lograr la consistencia de un helado. Sirve en vasos o copas y repite la operación con el resto de los ingredientes. Adorna con los brochets de fruta.