El exceso de peso, la celulitis, sobre todo en las mujeres, la flacidez y la gordura localizada caracterizan lo que se conoce como “Síndrome de la Desarmonía Corporal”, una queja frecuente, que hacen tanto hombres como mujeres, en los consultorios y clínicas estéticas.
Pero la realidad es que para lucir un cuerpo armonioso es preciso cambiar algunos hábitos como por ejemplo seguir una dieta saludable y practicar ejercicios.
Los especialistas coinciden en que el punto de partida, para tener un cuerpo armonioso, es eliminar el exceso de gordura, que no siempre significa exceso de peso. Así, una persona puede estar en un peso normal o con sólo un par de kilos de más, pero tener un exceso de gordura localizada o una carencia de masa muscular.
Lo ideal es poseer un 20% de grasa y un 80% de masa muscular magra, formada por músculos, huesos y órganos.
Las mujeres tienen mayor cantidad de masa grasa que los hombres, ya que ellas producen la hormona del estrógeno. Por eso, en ellas esa masa de gordura localizada se encuentra concentrada en ciertas zonas como por ejemplo las caderas. Ya en los hombres, se concentra en el abdomen y en el pecho.
Por otra parte, también existe lo que se denomina gordura visceral que no puede observarse a simple vista y que en la mujer aumenta durante la menopausia ya que el metabolismo disminuye y se acumula más grasa.
Asimsimo, la proporción entre la masa magra y la de gordura cambia de acuerdo a la edad, ya que cuanto más joven se es mayor es el tenor de agua y de masa muscular magra y al avanzar la edad mayor será la cantidad de gordura. De este modo una persona que a los 70 años tiene el mismo peso que a los 20, aunque haga ejercicios de forma constante, tendrá más grasa que agua en su cuerpo.
El exceso de peso se refleja en la presencia de celulitis, falta de músculos y flacidez, mismo en personas consideradas como delgadas. Muchas personas que hacen dieta pueden de todas formas aumentar de peso en un determinado momento de su vida y esto no significa un exceso de grasa (que pesa menos y ocupa más espacio) sino de masa muscular que es más pesada que la grasa y generalmente esto se da en personas que hacen poco o nada de ejercicio físico.
La composición corporal puede ser evaluada utilizando diversos métodos uno de ellos es el exámen de Bioimpedancia, hecho por medio de un aparato que genera una corriente eléctrica muy baja y que sigue el principio de “la corriente anda más rápido por los tejidos magros (que poseen más agua) y más lento por los que tienen grasa. Así es posible determinar el contenido de grasa de un cuerpo que se traduce en un porcentaje.
Por lo dicho, cualquier tratamiento destinado a resolver una “desarmonía corporal” precisa asociar dieta, ejercicios, tratamientos estéticos y cirugías plásticas (de ser necesarias) además de un estilo de vida más saludable, ya que si los problemas acostumbran a venir juntos deben por lo tanto, tratarse de manera conjunta. Un método actuará potencializando la acción del otro, pero ninguno de ellos utilizado de manera aislada es capaz de devolver la armonía corporal.
Los especialistas aconsejan asociar la dieta y la práctica de ejercicios ya que esto además de facilitar la pérdida de peso, aumenta la capacidad antioxidante del organismo.