Pedir ayuda no es tan fácil, y mucho menos, cuando estamos en un momento de pánico y descontrol tal en que nuestro sentido común se vuelve el menos común de los sentidos.
La forma de solicitar ayuda, de hecho pedirla, es una de las cosas que marcan la diferencia a la hora de conseguir un salvamento con éxito o sin él. Es primordial estar preparados para solicitarla en caso de que la necesitemos, asà como identificar los modos de pedirla por si debemos socorrer nosotros a alguien.
Ante todo, levantar los brazos y mover estos de forma rápida no sirve para nada. Normalmente piensas que es alguien saludando, haciendo un vÃdeo o foto, cosas asÃ. Tampoco sirve de mucho chillar, más que para gastar pulmones y dejarte la voz, ya que el viento, los ecos y la simple distancia se llevará todo el sonido, dejando sin efecto del gritido.
Una de las formulas más simples es silbar. Silbar siempre se debe relacionar con un aviso de emergencia. Algunas mochilas incorporan un pequeño silbato en en alguna de sus bandas, con el que se puede emitir el sonido de forma simple. Los menos elaborados, llevan un silbato de arbitro siempre encima, al lado de la brújula, por si también se ven en esa tesitura. A malas, podemos intentar hacerlo con la boca, mucha gente tiene una habilidad innata en este aspecto.
Esto funciona durante el dÃa, por la noche, las cosas son más simples gracias a los frontales, pero una cosa básica es poder emitir morse con el frontal. Se puede hacer con la mano sin problemas. En caso de que no sepamos morse, o no queramos arriesgarnos a que los otros tampoco dominen este modelo de comunicación, muchos frontales incorporan una función en sus tipos de luz que es intermitente, se puede hacer con la mano de igual forma, asà como mover este de lado a lado con los brazos, para que sea más visible.