Normalmente se conoce a este tipo de terapia relajante como “Stone Therapy” o “Hotstones”. Se trata de un masaje con piedras calientes que se utilizaba hace mucho tiempo por las civilizaciones amerindias, en el momento de los rituales de cuidados terapéuticos.
Concentrar energías
Antes de cada sesión, se deben calentar las piedras en un baño de agua caliente. Son piedras de basalto, que una vez calientes se colocan sobre los centros energéticos del cuerpo o “chakras”, y concretamente en la palma de las manos, a lo largo de la columna vertebral, entres los dedos de los pies, sobre la frente, etc…
El calor, primeramente situado sobre los centros energéticos, se difunde por todo el cuerpo. Los pensamientos se concentran naturalmente sobre estos puntos. El cuerpo se relaja.
Las piedras utilizadas son piedras volcánicas que han sido pulidas naturalmente por el agua. Son suaves al tacto, y asociadas con aceites específicos para el masaje, perfumados, se deslizan sobre la piel, estimulando las energías.
La técnica
También se usan otro tipo de piedras para este masaje. Entonces comienza el verdadero baile de piedras por todo el cuerpo. Fricciones, presiones, vibraciones, todas las técnicas de masaje pueden ser utilizadas.
El calor de las piedras distiende los músculos, permitiendo así que el terapeuta trabaje, aunque el paciente presente tensiones dolorosas al comienzo de la sesión.
Beneficios
El masaje con piedras calientes es una experiencia agradable, de bienestar general sobre todo el cuerpo. La persona que recibe esta terapia experimenta una profunda relajación, que se prolonga durante el tiempo. El masaje provoca una estimulación muscular.
Se trata de un masaje basado sobre las energías, los chakras, la reflexología, y el masaje tradicional. Naturalmente, los efectos constatados son primeramente fisiológicos, por la relajación que produce la concentración de los pensamientos sobre los chakras.
Pero también, los efectos fisiológicos de desintoxicación son notables.
¿A quién se dirige?
Es un masaje apto para cualquier persona. Sin embargo, no está recomendado para personas que tienen diabetes, problemas cardiovasculares importantes (mala circulación), o cuyo sistema inmunitario está debilitado.
En función de la salud de cada paciente, el profesional adaptará la temperatura más apropiada a la persona que se somete a una sesión de piedras calientes. También se puede alternar el uso de piedras calientes con piedras frías, contribuyendo así a aliviar las tensiones musculares profundas y dolores en general.