La mayor parte del tiempo escuchamos como es difícil adelgazar, algo bastante común en aquellos que comienzan una dieta para bajar de peso. Sin embargo, el mantenimiento del peso ideal puede también transformarse en una dura batalla.
Según las estadísticas entre un 80 y un 85 % de las personas que han perdido una importante cantidad de peso vuelven a recuperarlo con facilidad en un tiempo relativamente corto.
Existen varias teorías que tratan de explicar este fenómeno y una de ellas asegura que las personas que hacen una reducción importante de calorías para bajar de peso experimentan una disminución en su índice metabólico, circunstancia que dificulta cada vez más seguir adelgazando o llegado al peso deseado se favorece la recuperación de los kilos perdidos ni bien se comienza a comer normalmente.
Bajo esta perspectiva es que los nutricionistas recomiendan evitar someterse a dietas extremadamente restrictivas para eliminar los kilos de más de forma rápida, siendo lo más aconsejable adelgazar no más de medio a un kilo por semana, además de consolidar cambios de estilo de vida a largo plazo, ya que esto aumenta las posibilidades de éxito a largo plazo.
Asimismo, es un error bajar de peso sin utilizar parámetros que ayuden a lograr una relación saludable entre peso y estatura y que traen aparejados otros beneficios como la disminución de la concentración de colesterol y glucosa en sangre, disminuir la presión arterial y aliviar huesos y articulaciones de un esfuerzo extra lo mismo que para el corazón.
Es importante mantener el peso ideal si se desean obtener beneficios de salud que duren en el tiempo y no recuperar el peso perdido en un par de meses, una circunstancia que requerirá de esfuerzo y también compromiso tanto o más de los que se toman cuando se decide adelgazar.
Existen ciertas estrategias que pueden implementarse para el mantenimiento del peso ideal, como por ejemplo seguir asistiendo a las reuniones de los grupos de apoyo a los que se recurrió durante el período de adelgazamiento, ya que se ha comprobado que hacerlo aumenta las posibilidades de no volver a engordar.
También la práctica de actividad física es fundamental para mantenerse en forma y no recuperar el peso perdido. Existen estudios relacionados a esto que han podido demostrar que ejercicios aún no demasiados rigurosos tienen un efecto muy positivo para no engordar y de allí la importancia de hacer ejercicio físico que ayude a consumir entre 1500 y 2000 calorías semanales.
Un estudio realizado por el Registro Nacional de Control del Peso (National Weight Control Registry) determinó que de un total de 784 participantes que habían logrado adelgazar por lo menos 13 kilos pudieron mantenerse en su peso normal y no recuperar los kilos perdidos, ya que utilizaban la dieta y la actividad física no solo para bajar de peso sino también para mantenerse en forma.
Una vez que se ha llegado al peso deseado pueden agregarse de forma gradual unas 200 calorías a la dieta diaria siempre utilizando alimentos saludables y de bajo contenido en grasas y controlar el peso durante una semana, si no se engorda es posible agregar un poco más de calorías hasta llegar a un equilibrio de calorías correcta según el organismo y el peso deseado.
Por lo general los ciclos de pérdida y recuperación de peso se producen cuando se adelgaza y engorda en numerosas ocasiones, es el famoso efecto “yo-yo”, que además pueden causar riesgos a la salud.