La obesidad es una enfermedad crónica que puede afectar a cualquier persona sin importar sexo, edad, nivel socioeconómico, situación geográfica o color de piel; Por lo general una persona obesa presenta un exceso de peso, pero esto no es condición necesaria para padecer la enfermedad.
Aunque la obesidad está vinculada al incremento del peso, es la medida del índice de masa corporal lo que la determina, así, una persona aparentemente saludable podría sufrir de obesidad sin saberlo. Enfermedades crónicas como hiperptensión, diabetes, y algunas formas de cáncer, entre otras, son patologías relacionadas con la obesidad.
Su aparición está determinada por factores metabólicos, psicológicos, socioculturales, relacionados con la nutrición, el estilo de vida (sedentarismo) y otras causas multifuncionales.
Como problema de salud mundial la obesidad es atacada desde diferentes ángulos y enfoques, por ejemplo la campaña contra la obesidad que adelantó el Comité Olímpico Nacional Alemán bajo el lema “If you don’t move, you get fat”, en castellano sería «Si no te mueves, engordas», mostrando las versiones obesas del David (Miguel Angel) y de la estatua de Abraham Lincoln (Daniel Chester French).
La obesidad causada por una alimentación excesiva o por un estilo de vida sedentario es fácil de combatir, basta con aplicar algunos cambios a nuestros hábitos para emprezar a ver resultados en favor de una disminución de la grasa corporal y por tanto mejoras importantes para la salud.
Alimentación saludable, ejercicio físico frecuente, descanso apropiado e hidratación suficiente son los cuatro principios para mantener un peso corporal normal y mejorar la salud.