Una de las consultas que más se realizan cuando empieza a llegar el sol y el buen tiempo, son las medidas con las que podemos combatir de forma efectiva al sol en alta montaña. Allá arriba, las condiciones varÃan, al igual que lo hacen en invierno, y por ello, debemos tener una serie de precauciones mayores de las que habitualmente podrÃamos tener.
Lo primero que hay que decir es que debemos vigilar con el sol. Cuando estamos en plena ascensión se convierte en uno de nuestros más fuertes enemigos. Si no llevamos una buena protección, podemos sufrir una fatiga general mucho más elevada, asà como mareos, bajadas de tensión e incluso nauseas. Vamos, todo lo recomendado cuando estás a varias horas de cualquier parte.
El agua es el elemento principal, hidratarse adecuadamente es vital. Por ello, debemos ir bebiendo agua en todo momento, pero siempre en pequeños sorbos, jamás de golpe, y la temperatura del agua tampoco debe ser demasiado diferente a la corporal. Otra recomendación básica es el tema de los gorros y sombreros, al igual que invierno nos salvan la vida, en verano la gorra, aunque no guste, debe ser primordial. Recordar que por la cabeza es por donde más rápido perdemos hidratación, y debemos tenerla bien cubierta. Muchos incluso utilizan toallas húmedas bajo la gorra, no es una mala idea.
También debemos llevar protector solar. Cada vez son menos pringosos y más adecuados, pero es básico. Las quemaduras pueden ser considerables, y si hacemos alguna jornada larga, podemos notar las consecuencias demasiado rápido. También es recomendable llevar alguna crema para quemaduras en nuestro botiquÃn.
Los pantalones cortos deben ser una orden, además de una bendición, y de igual forma intentar ir fresco en la parte superior del cuerpo. De nuevo, no es demasiado recomendable el tema de no llevar camiseta, ya que podemos caer en quemaduras grabes.
Ante todo, si notamos una caÃda de tensión, debemos parar y descansar, refrescarnos la nuca y la cara antes de seguir.