Herencia de un saber hacer transmitido a través de cuatro generaciones, el calzado Berluti se distingue por su forma ideal, por su piel trabajada con cuidado y con dominio. El confort que ofrece es el fruto del conocimiento minucioso del pie. Cada artesano que se sucede en la elaboración del calzado se compromete a través de sus manos expertas, respetando la máxima de la Casa Berluti: «No se puede ir elegante si no se está cómodo y bien calzado».
El calzado Berluti, raÃces italianas
Alessandro Berluti, fundador del calzado Berluti, comienza a aprender el oficio de zapatero, el rigor y la minuciosidad que exige, asà como el trabajo de la piel, garantizan la calidad del zapato.
Su recorrido le hace dejar Italia y lo lleva hasta ParÃs, donde realiza sus primeros encargos. Asà crea el «Alessandro», el zapato emblemático de la Casa, realizado en una sola pieza de piel, sin costuras aparentes de una gran flexibilidad. Su hijo, Torello, le sucede y hace que Berluti entre en el cÃrculo restringido de las grandes casas de lujo.
En 1959, Talbinio, hijo de Torello, consagra Berluti en la escena internacional ofreciendo una lÃnea de lujo, una colección de zapatos hechos a mano, y disponibles inmediatamente en las tiendas. Su prima Olga se une a él llevando su visión artÃstica e innovadora, concretamente en la elección de los colores.
El cuero Venezia sÃmbolo de la Casa Berluti
El calzado Berluti ofrece una piel excepcional, verdadera firma de la Casa parisina. Este cuero se distingue por su calidad de origen, como por la pátina con la que es tratado. Hace treinta años, Berluti innovaba ofreciendo colores exclusivos en el universo del calzado para hombre, donde el negro, el marrón y el burdeos eran los maestros.
El calzado Berluti ofrece una serie de pátinas inimitables que hacen su punto fuerte de exclusividad. Cada par de zapatos Berluti es único. Este arte de la pátina encuentra su punto álgido en el cuero Venezcia, creado por Olga Berluti, según unos secretos de fabricación celosamente guardados. El resultado es un cuero muy particular, con un brillo único.