Cada día más, escuchamos hablar del colesterol, una grasa fundamental para nuestro organismo, que es el encargado de desarrollar importantes funciones metabólicas y estructurales.
El colesterol favorece la absorción de proteínas liposolubles y tiene un importante papel en la maduración del sistema nervioso, pero cuando por medio de un análisis de sangre se descubre que tenemos altos los niveles del colesterol debemos llevar acabo una estrategia para bajar ese colesterol, que se ha transformado en colesterol malo.
El colesterol alto es una enfermedad silenciosa que obstruye de forma progresiva las arterias provocando la inflamación crónica de ellas. Este proceso recibe el nombre de ateroesclerosis.
Es el responsable directo de muchas enfermedades cardiovasculares y una de las principales causas de muerte en el mundo moderno y desarrollado.
Por ello, los médicos aconsejan mantener en niveles bajos los llamados triglicéridos, que son el principal tipo de grasa transportada por el organismo y reciben el nombre de su estructura química.
Los triglicéridos junto con el colesterol están en la sangre y sólo cuando aumentan de forma sustancial es que pueden ser dañinos para la salud, y en ocasiones pueden ser mucho más peligrosos que el mismo colesterol. Es conveniente actuar de manera preventiva y saber cuál es la forma de bajar los triglicéridos altos.
Es importante conocer cuáles son las cifras que están dentro de los parámetros normales de colesterol tanto del colesterol malo (Idl), del bueno (hdl) como de los triglicéridos:
- Colesterol total
– Normal: menos de 200 mg./dl
– Normal-alto: entre 200 y 240 mg./dl (hipercolesterolemia)
– Alto: por encima de 240 mg./dl - Colesterol ldl (“malo”)
– Normal: menos de 100 mg./dl
– Normal-alto: de 100 a 160 mg./dl
– Alto: por encima de 160 mg./dl - Colesterol hdl (“bueno”)
– Normal (y deseable): superior a 40 mg./dl en la mujer y 35 mg./dl en el hombre - Triglicéridos
– Normal: menos de 150 mg./dl
– Normal-alto: entre 100 y 500 mg./dl (hipertrigliceridemia)
– Alto: por encima de 200 mg./dl.
El sobrepeso y la obesidad son dos factores que deben reducirse de manera paulatina, porque esa es la forma de bajar los niveles de triglicéridos altos.
Para lograr esto, debemos optar por los llamados alimentos buenos que combaten el colesterol alto ayudando a rebajarlo y hacer lo mismo con los triglicéridos, aumentando en forma paralela el colesterol bueno, aquel que se encarga de limpiar nuestras arterias.
Cuando decidimos bajar de peso y hacer una nueva dieta debemos indefectiblemente bajar la cantidad de calorías que consumimos, en especial aquellas calorías llamadas “vacías”, evitando ingerir alimentos grasos, azucarados y refinados, eliminando las grasas trans, que se encuentran en los alimentos fritos y en algunos horneados como galletas y pasteles.
Sustituir esas grasas trans por grasas saludables las denominadas instauradas como las que encontramos en el aceite de oliva, maní y canola, frutas como el aguacate y pescados como el salmón y el atún, bajando al máximo el consumo de carnes rojas.
En definitiva, una vida más saludable con una dieta sana y equilibrada y actividad física habitual hará que podamos mantener los niveles de los triglicéridos y del colesterol malo en niveles que no afecten nuestra salud.