Si se nota que es necesario realizar una pequeña cura de desintoxicación, lo ideal es probar con los smoothies verdes. Estos batidos, que proceden de los EEUU, están compuestos de frutas y verduras verdes crudas. Son un medio eficaz de hacer el lleno de verduras y de vitaminas, sin tener que pasar un tiempo ilimitado en la cocina.
Una mini desintoxicación diaria
Las verduras verdes, y concretamente las que tienen hojas, son ricas en clorofila, lo que hace de ellas los perfectos aliados para la desintoxicación. A la clorofila también se le llama “sangre verde”, porque posee una estructura química prácticamente idéntica a la de la hemoglobina. Tiene una acción purificadora en la sangre y aumenta la producción de glóbulos rojos. Al consumir clorofila, se aportan a los órganos y células, el oxígeno indispensable para una buena salud.
La clorofila neutraliza las toxinas en el cuerpo y ayuda a purificar el hígado. También permite mantener el equilibrio ácido-base. Por desgracia, la alimentación moderna, que se basa en un consumo exagerado de proteínas y de alimentos industrializados, favorece una importante acidificación del organismo. La clorofila es igualmente un aliado para el colon, porque renueva la flora intestinal y favorece la salud de las bacterias probióticas. Además de sus virtudes desintoxicantes, las verduras verdes son una fuente de minerales, vitaminas, de fibras, de antioxidantes y de aminoácidos.
¿Cómo preparar un smoothie verde?
Los smoothies verdes están compuestos aproximadamente de 60% de frutas y de 40% de verduras verdes. De esta forma ayudan a consumir una gran cantidad de verduras, sin apenas darnos cuenta, puesto que el sabor queda camuflado en el sabor dulce de las frutas.
Conviene priorizar las verduras verdes con hojas, como las espinacas, la lechuga, la col china, la col verde, etcétera. Pero también se puede añadir otro tipo de verduras, en función de las virtudes que se buscan, como el pepino, el apio, la zanahoria, o el brócoli. Con relación a las frutas, el plátano es un aliado fundamental, puesto que suaviza el sabor de las verduras, ofrece una textura cremosa, y es rico en proteínas. Todas las frutas de temporada son las bienvenidas, pero las frutas congeladas también puede servir para preparar un smoothie en invierno.
Igualmente, se pueden añadir súper alimentos para aumentar los aportes nutricionales de los smoothies, como por ejemplo polvo de espirulina, granos de chía, de lino, de cáñamo, bayas de goji, o habas de cacao.
Para un toque mucho más goloso y una textura más cremosa, los purés con oleaginosos, como el puré de almendras o de cacahuetes, son muy interesantes. Igualmente, son ricos en proteínas y minerales. Con relación al líquido, se puede utilizar agua, natural o filtrada, leche vegetal, de almendra, de soja, de avena, etcétera. Pero igualmente, se puede utilizar el agua de coco. Conviene pensar igualmente en las especias, como el jengibre o la canela, para realzar el sabor de los smoothies. Finalmente, una vez que se han seleccionado los ingredientes, conviene meterlo todo en la batidora, y saborearlo lentamente.
Algunas recetas de smoothies saludables
El clásico: es ideal para principiantes, las hojas de espinaca pueden tener un sabor algo fuerte. Se añade un puñado de hojas de espinacas, dos plátanos, una cucharada de café de polvo de maca, leche vegetal al gusto.
El súper desintoxicante: Un cuarto de pepino, una rama de apio con las hojas, medio limón verde, dos kiwis, una manzana, y agua.
El goloso: Un plátano, 4 dátiles secos, una cucharada de café de puré de almendras, una cucharada de café de cacao magro sin azúcar, una cucharada de café de miel, un puñado de hojas de espinacas, leche vegetal al gusto.
El antiedad: Una taza de arándanos, una taza de fresas, un puñado de hojas de kale, una taza de leche de coco, y agua.
El energizante: El zumo de una naranja exprimida, un kiwi, un melocotón blando, una o dos rodajas de jengibre fresco, media zanahoria, tres o cuatro hojas de lechuga, y leche vegetal al gusto.