Enfermedades cardiovasculares, depresión, cambios de humor, diabetes… estas son algunas de las enfermedades más frecuentes que sobrevienen con la edad. Pero, frente a estos enemigos, los Omega 3 se presentan como auténticos aliados muy eficaces. Descubramos cómo estos ácidos grasos esenciales ayudan a envejecer con buena salud.
Las esperanzas fundadas en los Omega 3 parecen infinitas. ¿Realmente pueden ayudar a envejecer con buena salud? TodavÃa hacen falta más investigaciones, antes de cantar victoria. Pero, ya se han demostrado algunos de sus muchos beneficios. Los Omega 3 son susceptibles de ralentizar ciertas enfermedades relacionadas con la vejez. Una pequeña revolución médica capaz de favorecer la longevidad de la vida.
Omega 3 y enfermedades cardiovasculares
La historia de los Omega 3 se remonta al año 1800, cuando un cientÃfico francés, Michel-Eugène Chevreul, el padre de la bioquÃmica de los lÃpidos, se interesó en las grasas orgánicas de animales. Después, muchos investigadores no han dejado de estudiar sus propiedades. En los años 90, muchos estudios permitieron descubrir que la ingesta de Omega 3 favorecÃa la disminución de los riesgos de infarto y reducÃan de manera significativa la mortalidad cardiovascular.
Las enfermedades cardiovasculares son muchas y nuestro modo de vida no favorece su disminución. Sobreconsumo alimenticio, abuso del alcohol y sedentarismo son los enemigos del corazón. Una mejor higiene de vida asociada al consumo de ácidos grasos puede modificar profundamente su estado.
Efectivamente, los Omega 3 pueden disminuir la presión arterial en personas que presentan esta disposición. Con la edad, las grasas se instalan en las arterias del corazón. Pero la ingesta de Omega 3 atenúa la cantidad de triglicéridos en la sangre, una clase de lÃpidos que, en caso de exceso, contribuye al desarrollo de enfermedades del corazón.
Finalmente, las personas que presentan previamente una patologÃa cardiovascular, pueden beneficiarse del uso de estos ácidos grasos esenciales, puesto que reducen el riesgo de mortalidad cardiovascular.