¿Qué tal si empezamos a preparar el otoño consiguiendo una piel perfecta? Basta con seguir algunos buenos hábitos para alcanzar el objetivo. Porque la piel refleja casi siempre nuestro estado general, es bueno cuidarse por dentro para que el exterior lo demuestre.
Un cuerpo a punto
Una bonita piel se nutre desde el interior. Para evitar una piel rugosa y flácida, lo primero que debemos hacer es dejar de fumar.
Tras una noche de sueño profundo, el dÃa comienza bebiendo un buen vaso de agua nada más levantarnos, eliminando todas las toxinas. Después llega el momento del desayuno, preferentemente copioso, y una bebida caliente como té o café par hidratar el cuerpo.
Un vaso de zumo de zanahoria, acompañado de una macedonia de frutas ricas en betacarotenos, con germen de trigo. Estos alimentos os proporcionarán muy pronto una bonita piel con algo de color.
Es bueno tomar algunas tostadas con un poco de margarina, rica en Omega 3 y 6. Estos nutrientes contribuyen activamente a la construcción celular y mantienen la hidratación cutánea.
Durante el dÃa, es bueno comer algo de fruta, y verduras porque protegen los tejidos celulares de la oxidación.
Renovar la piel
Darse una ducha permite, si se eligen buenos productos, que la piel quede más luminosa. Hoy en dÃa, todas las marcas proponen diferentes gamas de geles y jabones que no sólo sirven para lavar el cuerpo.
Si escogéis un jabón, mejor es decantarse por uno graso, por un jabón con ciertos beneficios: el jabón de alepo. Efectivamente, el jabón habitual disuelve por lo general la grasa con constituye la pelÃcula hidrolipÃdica que recubre la piel.
Si preferÃs un gel de ducha, mejor es elegir el más hidratante. Aprovechad que estáis bajo el agua de la ducha para eliminar las células muertas, con una rápida exfoliación corporal. La sensación de limpieza en profundidad y la suavidad de la piel son inmediatas.