Elegantes, exigentes, eficaces, exclusivos, exquisitos y con estilo, esas son algunas de las cualidades de los hombres con categoría E llamados a desplazar a los ubersexuales y metrosexuales de la actualidad.
No hay nada realmente nuevo con esta definición, los hombres desde hace ya bastante tiempo han incorporado en sus actividades diarias gran parte de los rituales de acicalamiento propios de las mujeres.
Tratamientos faciales, manicura, depilación y el uso de una amplia gama de productos cosméticos forman parte de las actividades comunes de estos hombres, preocupados por su aspecto físico y que disfrutan cuidándose en detalle.
Lucir guapos y a la moda tomando sus propias decisiones cosméticas es una característica de esta categoría de machos, son especialistas e inclusive están en condiciones de dar consejos sobre el tema a las mujeres de su familia y amigas.
Ellos asumen deportivamente los sacrificios requeridos, como las dolorosas sesiones de depilación que las chicas no pueden ni imaginar, recuerden que la pilosidad corporal masculina es mas abundante y el pelo mas grueso y firme.
Las visitas a los centros de estética masculina, salas de bronceado, sesiones de masajes reductivos, terapia de rejuvenecimiento láser, tratamientos faciales con exfoliación e hidratación, ozonoterapia y una larga lista que incluye la cirugía estética, se suma al tradicional entrenamiento físico en los gimnasios para estar en forma, mientras se es cada vez mas guapo y atractivo.
Pero no todo es por la apariencia física, los hombres E están convencidos de que todos estos mimos repercuten positivamente en su salud e incorporan estas actividades como parte integral de su estilo de vida.
Un estudio realizado por una importante casa de cosméticos, afirma que «no se trata de una moda sino de una tendencia que vamos certificando año tras año».
Según esta investigación, los hombres E no le tienen miedo al “qué dirán” y aseguran que el cuidado estético es ya un tema de conversación entre los hombres casi equiparable al fútbol, el trabajo o las mujeres.
Hablar de cosmética masculina es hoy lo que hace diez años era hablar de vinos especiales; se trata de un saber que da prestigio y al no ser todavía algo masivo, quien lo detenta se coloca en un escenario de valorada exclusividad y sofisticación.