Algo que hacemos a menudo y que es muy placentero es besar. Hay besos para saludarse, para felicitar, por tradición, besos apasionados, besos secos o mojados, besos inolvidables y muchos besos olvidados.
Mas allá que expresamos nuestro cariño con los besos, sabemos que es algo muy normal y cotidiano. También son una fuente de salud.
Cuando damos un beso o recibimos nuestro cuerpo emite y recepciona una quÃmica que mantenemos con la otra persona que estamos besando. Los besos afectan en nuestro cuerpo y mente.
Con cada persona que besamos nos sentimos diferentes, nos mostramos diferentes y trasmitimos diferentes sensaciones. En un solo beso, toda esta quÃmica se da en un beso de una mujer con un hombre o un saludo a un niño. Cada beso será distinto y único.
CientÃficamente se ha comprobado que con besos apasionados nuestro corazón aumenta sus latidos. Se segregan hormonas que estimulan la segregación de adrenalina, aumenta y potencia la energÃa fÃsica y mental, mejora la tensión arterial.
Al besar se utilizan alrededor de 100 músculos, el ejercitar estos músculos se previenen arrugas, mejora la elasticidad de la piel y su regeneración. La piel se vuelve tersa por la sensación de liviandad producida por la liberación de endorfinas.
Se ha estudiado que el beso estimula la secreción de hormonas que actúan como analgésicos y que fortalecen nuestras defensas inmunológicas, en enfermos es recomendable porque ayudará a su pronta recuperación y en sanos porque mejorara tu calidad de vida y podrÃan prevenir el stress.
Va a ser bueno que comencemos a besarnos más y resaltar algo que están natural y bueno.
Evitar el stress, sentirse relajados, sentirse amados, olvidarse de problemas, calmar la ansiedad, y muchas otras razones hace evidente que un buen beso sea el mejor remedio para estos tiempos que nos llevan acelerados y con los nervios de punta.